La NBA y sus jugadores regresarán a la mesa de negociaciones la próxima semana, tras casi un mes sin contactos después de la fracasada reunión del 1 de agosto, el único encuentro celebrado entre ambas partes desde que la liga impusiera el cierre patronal.
Se espera que el encuentro tenga lugar en Nueva York a principios de la próxima semana, aunque la presencia del huracán Irene sobre la costa este de los Estados Unidos podría retrasar una reunión a la que asistirán los negociadores de más alto nivel por ambas partes, David Stern y Adam Silver, en nombre de los propietarios, y Billy Hunter y el base los Lakers Derek Fisher como representantes de los jugadores.
Aunque David Stern, comisionado de la NBA, ha mostrado su esperanza de que haya avances importantes antes del próximo Día del Trabajo, que en Estados Unidos se celebra el próximo día 5, primer lunes de septiembre, son pocos los que esperan que así sea. La opinión mayoritaria es que sólo cuando se empiecen a cancelar encuentros habrá acercamiento entre las 2 partes, que siguen manteniendo posturas muy distantes.
Hasta el momento, sólo ha habido una reunión entre la NBA y el sindicato de jugadores desde que se estableció el cierre patronal. Fue el pasado 1 de agosto y los resultados no pudieron ser peores a juzgar por las declaraciones de los participantes y por la decisión de la NBA de acudir a los tribunales pocas horas después de dar por concluida la ronda negociadora.
La actitud de la NBA no facilitó las cosas y de las 2 o 3 reuniones durante el mes de agosto que esperaban celebrar ambas partes, ninguna se ha llevado a cabo hasta el momento. El sindicato de jugadores ha preferido organizar encuentros regionales con sus afiliados para tratar de cerrar filas en torno a su posición negociadora.
La última vez que se produjo un conflicto similar, en 1998, la liga empezó a suspender los partidos de pretemporada el 24 de septiembre, por lo que se estima que ésa puede ser la fecha límite también en esta ocasión. Si no hay acuerdo para entonces, pocos apuestan por que lo haya, la temporada de la NBA empezará a estar en serio riesgo.