Más de 100 empleados de la NBA han perdido su trabajo en los últimos días en un duro ajuste laboral que la liga niega que tenga relación directa con el cierre patronal, aunque sí con la difícil situación económica por la que atraviesa la competición.
El despido de 114 empleados, el 11% de la plantilla de oficinas de la NBA, forma parte de una serie de medidas que buscan reducir en cerca de 50 millones de dólares los costes de operación de la liga. Los despidos han afectado a todos los departamentos y especialmente a las oficinas centrales que la liga mantiene en Nueva York y Nueva Jersey.
La dura medida de ajuste busca, según la liga, reducir los más de 300 millones de dólares que la competición pierde cada año, aunque el empeño de los propietarios sigue siendo el de reducir drásticamente el salario de los jugadores como método más rápido y efectivo de enjugar dichas pérdidas, un empeño que ha desembocado en la actual situación de cierre patronal.
Los despidos en las oficinas centrales de la NBA se suman a los realizados por los Lakers y otros equipos en las últimas semanas y a los cerca de 275 que se han producido desde 2008 sumando los realizados por la NBA como tal y las distintas franquicias.
En los últimos años, la NBA también ha recortado tanto gastos administrativos como en viajes y nueva tecnología. También redujo el número de sus oficinas en Europa y Asia, cerrando las de París y Tokio, y abandonó el cotizado local de Manhattan en el que estaba ubicada la mayor y más conocida de sus tiendas de productos NBA, un local que ahora ocupa la cadena de ropa Zara.