El acuerdo entre propietarios y jugadores sobre el nuevo convenio parece estar todavía muy lejos de alcanzarse. Ambas partes han presentado nuevas propuestas en la mesa de negociaciones, pero sus posiciones siguen distantes.
Los jugadores, en su mayor concesión hasta la fecha, han ofrecido una reducción de los salarios por un total de 500 millones de dólares a lo largo de los próximos 5 años, algo que la liga considera insuficiente.
Mientras, la propuesta de la liga de firmar un acuerdo por 10 años en el que se garanticen unos ingresos salariales anuales de 2.000 millones de dólares a los jugadores tampoco ha sido bien recibida por éstos ya que estiman que les supondría unas pérdidas de más de 8.000 millones, respecto a las condiciones actuales, a lo largo del periodo de vigencia del acuerdo.
Además, los jugadores no son partidarios de un acuerdo que supere los 5 años de duración ya que, en 2016, la NBA ha de renovar los contratos televisivos y un convenio de mayor duración les impediría beneficiarse del esperado incremento en el valor de los mismos.
Por otro lado, la liga parece estar dispuesta a abandonar su idea de un tope salarial rígido y estaría dispuesta a establecer uno más flexible aunque no tanto como el existente en la actualidad.
Ambas partes se reunirán nuevamente el próximo viernes, pero la posibilidad de que se alcance un acuerdo antes del 30 de junio es prácticamente nula. El próximo martes, 28 de junio, los propietarios se reunirán en Dallas, un encuentro en el que podrían decidir el cierre patronal de la liga a partir del 1 de julio.