No parece que haya avances en las conversaciones que mantienen jugadores y propietarios para acordar el nuevo convenio que debería entrar en vigor a partir del próximo 1 de julio. La última oferta presentada por la liga no parece haber satisfecho a los jugadores.
“Desgraciadamente, la propuesta es muy similar a la que la liga nos remitió hace un año”, ha asegurado a ESPN el base de los Lakers Derek Fisher, presidente del sindicato de jugadores, “Esta última propuesta no parece acercarse a lo que estábamos esperando”.
La segunda oferta, última por ahora, remitida por la NBA a sus jugadores y que proponía una duración de 10 años para el nuevo convenio no parece haber variado sustancialmente respecto a la presentada inicialmente y que buscaba una reducción en casi una tercera parte de los actuales salarios de los jugadores y el establecimiento de un tope salarial rígido. La única modificación presentada parecía centrarse en diferir la reducción planteada, llevándola a cabo en 2 fases a lo largo de las próximas 2 temporadas.
Los jugadores están dispuestos a rebajar la cifra del 57% de los ingresos que actualmente se dedica a sus salarios, pero no en la sustancial cantidad que piden los propietarios, y además, quieren mantener la mayor parte del actual sistema de excepciones que permite a los equipos gastar por encima del tope salarial.
Así las cosas, las posibilidades de que se lleve a cabo un ‘lockout’ o cierre patronal a partir del próximo 1 de julio parecen aumentar a medida que se acerca esa fecha, lo que hace que tanto jugadores como propietarios sigan con atención lo que está ocurriendo ya en la vecina NFL, inmersa en un conflicto laboral similar que ha llegado ya hasta los tribunales y paralizada por el momento. Una parálisis que amenaza el comienzo de su temporada regular previsto para primeros de septiembre.