El partido fue menos de lo esperado. Menos bello y menos equilibrado. Eso sí, tensión hubo. La hubo en forma de un buen número de técnicas y una falta flagrante y se reflejó en más de un enganchón entre jugadores. Pero por encima de todo estuvo Wade... y Jones, que fue la sorpresa.
Todos contábamos con Wade, James y Bosh, pero casi nadie esperaba a James Jones. El tirador de Miami apareció a lo grande y configuró con Wade (38 puntos) y James (22) el big three de Miami, toda vez que Bosh anduvo flojo.
En los Celtics, que no estuvieron a la altura, muy bien Ray Allen, irregular -eso sí, de menos a más- Paul Pierce hasta que fue expulsado y discretos Rondo y Garnett. Sin su aportación, los Celtics fueron menos Celtics.
Miami 99 Boston 90 (1-0)
Se esperaba tantísimo de este duelo, que el primer envite supo a bien poco. Tal vez, ese bien poco tuvo mucho que ver con el hecho de que el encuentro estuvo siempre en manos de Miami. Desde el principio.
Ante un manto blanco de 20.000 aficionados locales, los Heat salieron ardiendo en defensa y ese gran impulso defensivo les dio la delantera desde el primer cuarto, una ventaja que ampliaron en un segundo cuarto que acabó 51-36 tras una canasta final contra tablero de Wade, el héroe de la primera mitad con 23 puntos.
Eso sí, hubo un héroe secundario, tal vez tan o más valioso que Wade, por aquello del efecto sorpresa: el citado Jones. El escolta local se fue a vestuarios con 14 puntos en 14 minutos. Una pesadilla para la defensa bostoniana.
Se reanudó el partido en el tercer cuarto y Miami alcanzó su máxima renta al situarse 19 puntos arriba. La cosa pintaba mal, muy mal, para el equipo de Rivers, que estaba jugando de pena. Pero la cosa se estabilizó gracias a que los Celtics mejoraron su defensa y Miami encalló. 8 puntos en 6 minutos hicieron los Heat y gracias a 2 canastas consecutivas de James al filo del ecuador del cuarto que dieron vida de nuevo a los de Spoelstra.
Pero pasara lo que pasara, Boston se sentía sin opciones y así fue durante todo el partido. Lo más que hizo fue acercarse a 7 y cuando el tiempo estaba a punto de expirar.
Fue el último cuarto el más tenso, que no el más emocionante, porque emocionante-emocionante no hubo ninguno. Y fue ése el cuarto en el que Pierce se fue a la calle cuando estaba en su mejor momento, ya que su primera parte fue calamitosa. Primero se encaró de muy mala manera con Jones y poco después, en otra jugada, bloqueó con dureza y algo debió decir a Wade. Dos técnicas y a la calle con 7 minutos por jugar.
Antes de perder a Pierce (que acabó con 19 puntosy 7 rebotes), Boston había perdido por 'incomparecencia' a Rondo y a Garnett. El primero no dio una sola asistencia en la primera parte y terminó, tras mejorar después, con 8 tantos, 7 rebotes y 7 asistencias. El segundo, perdido, se quedó en 6 puntos y 8 rebotes. Fueron dos bajas cruciales para los visitantes, que tuvieron en Ray Allen a su indiscutible mejor hombre con 25 puntos, 15 llegados de 5 triples que anotó tras 8 intentos.
Carlos Arroyo entró esta vez en la convocatoria en lugar de Pavlovic, pero no jugó al igual que Murphy y Wafer.
El partido presentó un gran acierto por ambos bandos desde el triple y escasísimas concesiones para anotar desde la pintura. Los locales dispusieron de 32 tiros libres frente a los 18 de Boston, porque el arbitraje fue más bien casero.
En los locales, Wade voló alto, tanto que en el último cuarto aterrizó en una jugada en la cuarta fila de espectadores. Terminó con 38 puntos, 5 asistencias y 3 robos y metió 14 de sus 21 tiros a canasta. A su gran actuación, se sumaron los 25 tantos de Jones en 28 minutos en jornada increíble (5 de 7 triples y 10 de 10 libres fueron todos los tiros que hizo) y 22 tantos, 6 rebotes y 5 asistencias de James. Bosh capturó 12 rebotes, pero anotó sólo 7 unidades.