La Universidad de Connecticut (UConn) ha ganado el título de la NCAA tras imponerse a Butler por 53-41, dejando así a los Bulldogs con su segundo subcampeonato consecutivo, toda vez que la temporada pasada perdieran la gran final con Duke. El puertorriqueño Shabazz Napier alcanza la gloria.
Napier ha terminado el partido con 4 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias y 2 robos, aunque no ha andado fino en el tiro -1 de 6-. Al ganar el campeonato colegial, el armador boricua sigue los pasos de jugadores como Butch Lee, Walter Hodge -que ganó 2 títulos- o David Huertas. Y lo ha logrado en su año de novato. Ahí es nada.
Los Huskies de Kemba Walker (que ha sido elegido MVP) se han impuesto gracias a su superioridad en la segunda parte (34-19) y merced a atenazar durante los 40 minutos al rival con una sobresaliente defensa, aunque Butler ha puesto mucho de su lado para perder, ya que ha completado un partido lamentable. El entrenador de UConn, Jim Calhoun, se convierte en el técnico de mayor edad en ganar un título de la NCAA. Con 68 años y más de 20 en el cargo, Calhoun ha dado todo un baño al técnico rival, el joven Brad Stevens (34 años).
Es el tecer título universitario que logra UConn tras los conseguidos en 1999 y 2004.
Connecticut (UConn) (Huskies) 53 Butler (Bulldogs) 41
Butler cayó irremisiblemente por segundo año consecutivo y esta vez lo hizo lastrado por sus propios errores. Porque los chicos de Stevens realizaron un pésimo encuentro en las tareas ofensivas al firmar un ridículo 18,8% de acierto en el tiro de campo (12 de 64). Se trata del peor porcentaje de tiro registrado por un equipo en la final de la NCAA.
Mediado casi el segundo tiempo, los Bulldogs llevaban anotadas sólo 2 canastas de 2 y no habían conseguido ni un solo punto en la pintura. Datos para el horror que revelan la fantástica defensa de los Huskies, la espesura ofensiva de Butler, su falta de hombres altos resolutivos y su escasez de jugadores con un explosivo uno contra uno. Al final del choque, 26 puntos en la pintura de los Huskies por sólo 2, cifra increíble, de los Bulldogs.
A algo más de 2 minutos para el final, Shelvin Mack y Matt Howard, los dos chicos más visibles de Butler, caían al suelo al unísono en una jugada ofensiva de su equipo. Era, sin duda, la imagen del partido, la foto: Mack y Howard en el suelo, derrotados, vencidos por un juego, el de Butler, que nunca fue capaz de levantar el vuelo.
UConn no es que tirara precisamente bien: 34,5% en el tiro de campo y 1 de 11 en el triple. Pero, claro, ¡con un 18,8% no se puede ganar bajo ningún concepto!. Butler metió 22 puntos en la primera parte y 19 en la segunda, y es que no tuvo ni siquiera un par de minutos felices en un abarrotado Reliant Stadium, con más de 75.000 espectadores.
En ese suicidio ofensivo, la peor parte se la llevó el senior Matt Howard, que empezó bastante bien y acabó firmando un vergonzoso 1 de 13 en el tiro para concluir con 7 puntos y 6 rebotes.
El máximo anotador de los perdedores fue Shelvin Mack, que no anotó su primera cesta en juego hasta la recta final de la primera parte, que cerró con un triple sobre la bocina. Una primera parte que terminó 22-19 para UConn arrojando ya números vergonzantes: 12 de 58 en el tiro y 3 asistencias entre los 2 equipos. Shelvin Mack culminaría el partido con 13 puntos y 9 rebotes, pero un 4 de 15 en el tiro. Todas sus canastas fueron triples. También Stigall -9 puntos- sólo anotó de 3.
En los ganadores, Kemba Walker fue el máximo anotador, que no el mejor del partido, aunque se llevara el MVP. La estrella de los Huskies concluyó con 16 puntos y 9 rebotes, pero acumuló un lamentable 5 de 19 en el tiro, incluido un 0 de 4 en los triples. Y no dio ni una sola asistencia. Por ello, la victoria de Connecticut tiene aún más mérito. En ella, los importantes de verdad fueron Jeremy Lamb (12 puntos y 7 rebotes) y, especialmente, Alex Oriakhi, autor de 11 puntos, 11 rebotes y 4 tapones. Ellos dos pusieron el tino y la brega, ellos dos marcaron las diferencias.