El Lakers-Hornets fue un partido con indudable sabor hispano. Ganaron los angelinos con Pau Gasol como mejor jugador local, mientras que Ariza ofrecía una completísima actuación. La jornada deparó, además, un triunfo para Portland y una derrota para Toronto.
Gasol estuvo estupendo (21 puntos, 13 rebotes y 7 asistencias) y anotó 4 tiros libres en los últimos segundos del partido que dieron la victoria a los Lakers en una noche en la que Kobe Bryant anotó 25 para situarse como noveno anotador de la historia de la NBA (superó a Oscar Robertson) y en la que el visitante D.J.Mbenga, vestido de calle, se abrazó en media pista a Kobe y Fisher para recoger el anillo de campeón que ganó la pasada campaña con los Lakers.
Lejos de L.A, en Boston, los Celtics daban un severo repaso a Toronto Raptors con actuación estelar del novato Luke Harangody, que fue el protagonista del choque. Calderón hizo buenos números pero naufragó con el resto de sus compañeros. Y Portland ganaba en Minneapolis liderada por Wesley Matthews y LaMarcus Aldridge y con actuación residual de Rudy Fernández.
Finalmente, en partido sin hispanos, Golden State Warriors ganó fácil a unos desastrosos Cavaliers.
L.A. Lakers 101 New Orleans 97
Mbenga recogió su anillo de campeón poco antes de empezar el partido, pero no pudo ver cómo sus nuevos compañeros se llevaban el triunfo del Staples Center, la que fue su casa hasta hace unos meses.
Tercer triunfo consecutivo de unos Lakers necesitados de ellos tras su 'racha horribilis' de las últimas semanas. Un triunfo con notable protagonismo de Pau Gasol, que venía de hacer uno de sus peores partidos en ataque (6 ante Phoenix). El español se resarció y fue el mejor local con 21 puntos, 13 rebotes, 7 asistencias y 2 robos de balón en 34 minutos. Pau tiró poco en juego, pero con gran eficacia, y se fue 12 veces a la línea de tiro libre, lo que es noticia.
El jugador español cerró además el partido precisamente desde la línea de castigo con un 4 de 6 en tiros libres en los últimos 35 segundos. Un tiro libre suyo a 2 segundos del final supuso el 101-97 que daba la tranquilidad definitiva a los de Phil Jackson.
El otro hispano del partido no le fue a la zaga. Como Mbenga, Trevor Ariza regresaba a la que fuera su casa hace un par de temporadas, y lo hizo a lo grande. Excelente partido del jugador de Florida, que a pesar de tener que bregar en defensa con Bryant, tuvo tiempo y energía para hacer grandes números: 17 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias y 2 recuperaciones en 42 minutos, con 6 de 12 en el tiro, incluidos 3 triples. Su vuelta a Los Angeles y su encuentro en la pista con el que fue su recambio, Ron Artest, le motivaron a buen seguro.
Los Lakers no lo tuvieron fácil para ganar a pesar de que su cuarteto fantástico estuvo a un notabilísimo nivel. Entre Bryant, Gasol, Bynum y Odom sumaron 80 de los 101 puntos del equipo, al que llevaron a la victoria.
Bryant fue el más prolífico de cara al aro rival (25 tantos), pero Gasol fue el más completo, el más productivo con diferencia en términos generales. Bynum y Odom sumaron 17 puntos por cabeza, que Odom acompañó con 13 rebotes.
El partido estuvo siempre equilibrado. Nadie fue capaz de desembarazarse de su rival y lo más que se escaparon los Lakers fue por 10 puntos. Eso sí, el mayor desequilibrio se dio en la pintura (50 puntos a 32), donde se notaron los centímetros y calidad de los hombres altos locales (Gasol y Odom capturaron 26 rebotes).
En los Hornets, David West hizo 23 puntos y 12 rebotes, Belinelli -que se reencontró con su juego- y Ariza sumaron 17 y Okafor, un doble 13 en puntos y rebotes. Doble doble también para Chris Paul (12 y 10 asistencias), que siempre estuvo, eso sí, bajo control. La suplencia, por el contrario, aportó más bien poquito.
Pero no todo fueron buenas noticias para los Lakers en la victoria. El equipo perdió en la primera parte a Matt Barnes por un problema en una rodilla que está pendiente de evaluar y Steve Blake se torció el tobillo en el último cuarto. El alivio fue ver el buen rendimiento de Odom a pesar de las molestias que arrastraba en un hombro tras una dura caída en un anterior partido.
Boston 122 Toronto 102
Demoledor rapapolvo. Bofetada céltica en el primer cuarto (34-22), bofetada en la otra mejilla canadiense en el segundo cuarto (33-23) y partido al descanso visto para sentencia con un esclarecedor 67 a 45. Los Celtics, que el domingo pasado habían ganado a Toronto a base de defensa, 5 días después lo hacían a base de un imparable frenesí ofensivo.
Toronto, con Calderón a la cabeza, fue capaz de parar la productividad estadística de Rondo, pero no fue capaz de detener el engranaje colectivo de los Celtics, que no se descubre nada diciendo que son un grandísimo equipo. Lo peor para los de Triano fue ver cómo el hombre clave del partido, el que lo hizo trizas y el que encendió la grada local, fue el novato Luke Harangody. Ver para creer.
Jugador blanco del que no se esperaba tamaño rendimiento, Harangody ofreció una imagen de otro tiempo, de décadas pasadas cuando Boston era el equipo blanco por excelencia, aunque ya tuviera algunos jugadores negros. El novato anotó 8 puntos en su primera salida al campo (los hizo en los últimos 4 minutos del primer cuarto). Y se fue al descanso habiendo anotado 11 de sus 17 puntos de la noche, porque Harangody acabó con 17 puntos, 11 rebotes, 2 tapones y 8 de 11 en el tiro de campo. La afición se frotaba los ojos.
La defensa de Toronto en esa primera mitad decisiva fue un auténtico coladero, un fracaso absoluto, una vergüenza. Y el partido en la segunda parte fue pura pantomima. Los Celtics terminaron con un 57,5% de acierto en el tiro de campo, 11 de 21 en el triple y dominando el rebote. Llegaron a ir ganando por 26 de diferencia.
Paul Pierce fue el mejor artillero local con 20 puntos. Ray Allen y Harangody hicieron 17, Nate Robinson 15 en 21 minutos y Shaquille O'Neal, 12 y 6 rebotes también en 21 para dar entre todos la victoria número 3.000 en la NBA a la histórica franquicia de los Celtics.
Por parte de los Raptors, DeRozan logró 20 tantos, Bargnani y Kleiza 17 y Barbosa 15 con 7 pases de canasta. En cuanto a Calderón, controló más o menos bien a Rondo y terminó con 11 puntos, 9 asistencias y 2 robos en 33 minutos tras anotar 4 de sus 6 intentos de canasta, pero como el resto de sus compañeros no vivió su noche más feliz.
Minnesota 98 Portland 108
La pareja Wesley Matthews y LaMarcus Aldridge llevó a Portland a ganar con cierta facilidad en Minneapolis, una victoria que afianza al equipo de Oregón en la última plaza que da derecho a playoffs en el Oeste.
Matthews hizo su mejor marca anotadora en la NBA y ejerció de Roy. Terminó con 36 puntos, de los cuales 21 procedieron de 7 triples, que anotó en 10 intentos. Estuvo demoledor desde el perímetro. Mientras, Aldridge fue su complemento ideal desde posiciones interiores, acabando el choque con 28 puntos y 10 rebotes.
A esa pareja imparable se sumó el veterano Andre Miller, que tras partidos de zozobra rindió a gran nivel (16 tantos y 10 asistencias).
Los visitantes tenían un partido asequible en la fría Minnesota y no fallaron. Los de McMillan anotaron 37 puntos en el primer cuarto y defendieron con dureza en el segundo para irse al descanso con un cómodo 43 a 63.
Hizo mucho daño a los locales su falta de consistencia en el rebote defensivo. Y eso que Kurt Rambis cuenta en sus filas con el mejor reboteador del campeonato, Kevin Love, que volvió a hacer un partido memorable y que fue el mejor local con 30 puntos, 19 rebotes y 3 de 4 en el triple. Beasley se quedó en 17, pero el resto no ayudó demasiado, resultando importante la mala noche de Milicic y el novato Wes Johnson.
McMillan jugó mucho con su quinteto inicial y dio menos minutos a sus suplentes, cuya mejor pieza volvió a ser el australiano Mills. En ese marco, y con Matthews saliéndose, el español Rudy Fernández vivió una noche de lo más prescindible. Apenas jugó 12 minutos, su cifra más baja en las últimas semanas, y terminó con 3 puntos a través de un triple.
Golden State 116 Cleveland 98
Suma y sigue. La debacle de Cleveland no tiene precio y el fondo del pozo en el que está inmerso no parece llegar nunca. Cleveland es un equipo en caída libre.
Anoche, más de lo mismo: 65 puntos recibidos en el ecuador del partido y derrota clara ante un equipo del montón, aunque tenga piezas de calidad como Ellis, Lee o Curry.
Los californianos bombardearon desde el triple (14 de 28) al conjunto de Ohio, al que remataron con su casi perfecta interpretación de los tiros libres (20 de 21). Monta Ellis fue el mejor del partido con 32 puntos, 10 asistencias, 3 robos y 4 de 5 triples, David Lee sumó 22 tantos, 14 rebotes y 5 asistencias y Dorell Wright concluyó con 20 tantos. Hasta Radmanovic estuvo brillante por momentos.
Cleveland, un equipo demolido, contó con los 21 puntos de Jamison, los 17 con 9 rebotes de Hickson y los 16 de Mo Williams y Manny Harris, que éste último aderezó con 10 rebotes.