Sacramento levanta cabeza. El peor equipo de la liga suma 2 victorias en 3 encuentros tras derrotar a Phoenix Suns bajo el liderazgo del novato Cousins y el dominicano Francisco García, que anotó 20 puntos y capturó 11 rebotes. Mientras, Toronto no pudo hacer nada ante Boston.
La conjunción de Pierce y Allen en el regreso de Rondo y el gran papel como tercer hombre de Glen Davis, unido a un gran trabajo defensivo, fue suficiente para ahogar a los Raptors, que no pudieron dar una alegría a su público. Calderón dio 10 asistencias, pero estuvo negado en el tiro todo el partido, al igual que Kleiza y Barbosa.
Además, los Mavericks consiguieron por fin ganar sin Nowitzki. Eso sí, lo hicieron gracias a enfrentarse al equipo en peor forma del campeonato, Cleveland. Y los Knicks ganaron de la mano del dúo complementario Stoudemire-Turiaf a Indiana, aunque perdieron por lesión a Gallinari.
Sacramento 94 Phoenix 89
Los Kings parecen empezar a adquirir cierto tono competitivo, aunque la suya va a ser otra temporada dura de cumplir. Al menos, victorias como la obtenida ante los Suns reconfortan a un equipo hundido en la clasificación del Oeste.
Lo más notable del partido Sacramento-Phoenix fue el nombre de los protagonistas locales: el novato DeMarcus Cousins y el dominicano Francisco García.
El codiciado novato de los Kings volvió a dar muestras del por qué de ese seguimiento e interés de otros equipos. Cousins hizo un partido formidable y acabó con 28 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias. Lo más importante fue, sin duda, que 13 de esos 28 puntos los logró en el momento más importante, en el cuarto y decisivo cuarto que dio el triunfo al equipo de Westphal.
En cuanto a García, bien necesitaba un espaldarazo como éste. 'Cisco' aprovechó bien su oportunidad, el ser titular y gozar de muchos minutos de juego, tantos como 40, le permitió desarrollar su juego, exprimir con paciencia su clase, rescatada del olvido. El alero hispano se fue a 20 puntos con 11 rebotes y 3 tapones. Su único pero, el desacierto en el triple (0 de 4), que a la postre poco importó.
A los excelentes Cousins y García, se unieron desde la segunda unidad el israelí Casspi y Carl Landry, que consiguieron sendos dobles dobles. Todos ellos hicieron posible superar el mal partido de la pareja Evans-Udrih. El estadounidense erró lo que no está en los escritos y el esloveno no fue capaz de anotar y encima tuvo que retirarse en el tercer cuarto al arrastrar problemas físicos.
Phoenix, mientras, gozó de la perfección de Steve Nash (20 puntos y 12 asistencias con 8 de 8 en el tiro de campo -incluidos 2 triples- y 2 de 2 desde la línea de castigo). Pero cuando en el último cuarto Nash no produjo en la ofensiva, el equipo se secó, anotó 16 puntos, encajó un parcial de 29 a 16 y perdió el partido.
Junto a Nash, brillaron dos recién llegados al equipo de Gentry: Vince Carter (17 puntos) y Marcin Gortat (16 y 6 rebotes).
Los Suns empezaron muy bien el partido, pero terminaron rendidos por su nulidad en el rebote. En un encuentro pobre de acierto en el tiro, los tableros se revelaron como vitales y ahí fue donde los de Arizona fracasaron estrepitosamente (60 rebotes los Kings por 32 los Suns). Ese poderío en el rebote hizo olvidar el abismo que separó a unos y otros en el balance robos-pérdidas (2 a 15 los locales por 8 a 6 los visitantes). Pero es que capturando 28 rebotes menos que el rival es difícil ir a ninguna parte.
Toronto 79 Boston 93
Boston venía de perder en casa en el último día del año y se presentaba en Canadá tras acumular 3 derrotas en 4 partidos, por lo que no se podía permitir otro tropiezo.
Tal vez por ello, Rondo abandonó el dique seco para cubrir la plaza de base titular y aunque no estuvo muy fino (buena la defensa sobre él de Calderón), si sirvió para dar hilazón a un juego que no se hilvana con tanta facilidad cuando juega Robinson de base, a la par que sirvió para que los de Rivers subieran un escalón en materia defensiva.
Porque los Celtics modelaron su victoria a base de un gran trabajo defensivo que se fue acrecentando según transcurría el partido. Y es que tras alcanzar los vestuarios en un plano de igualdad (42-43), los bostonianos redoblaron en la reanudación su afán defensivo hasta dejar en 37 puntos a los Raptors en la segunda mitad, por lo que no fueron capaces de alcanzar ni siquiera los 80.
Los Raptors fueron un desastre ofensivo. Sus porcentajes así lo revelan: un 37,8% en el tiro de campo, un penoso 1 de 14 en el triple y un desastroso 10 de 22 en los tiros libres. Con estas cifras, la victoria es un desenlace casi seguro.
Porque lo que permitió a Toronto mantenerse vivo gran parte del encuentro fue su superioridad en el rebote. Y es que anotando el 37,8% de sus tiros y metiendo el rival un 54,3%, los locales capturaron más rebotes con claridad. Hasta 19 ofensivo llegaron a atrapar y lograron un ¡30-2 en su aro ente un equipo con los O'Neal, Davis o un alero como Pierce!.
Los Celtics ganaron el partido en el capítulo defensivo ya reseñado y en el ofensivo, con ese gran acierto en el tiro y la gran noche de su pareja Pierce-Allen, que rompieron el encuentro en la segunda parte, aunque Pierce ya había anotado 20 en la primera.
Pierce acabó con 30 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias y 3 de 3 en el triple y Allen sumó 23 puntos. El tercer hombre del equipo fue un gran Glen Davis, que hizo de Garnett para acabar cerca del triple-doble (15 tantos, 11 rebotes y 8 asistencias). Rondo, en su reaparición, apenas hizo 4 puntos y perdió 5 balones, pero dio 8 asistencias y el equipo bajo su tutela sumó un +24.
Los Celtics fueron toda la segunda parte a remolque, pero llegaron a soñar con la victoria cuando DeRozan colocó el 75-80 en el marcador a falta de 5 minutos. Pero un parcial final de 4-13 rompió el sueño. DeRozan volvió a ser el máximo anotador local. Venía de meter 37 puntos y esta vez se quedó en 27 (eso sí, tirando 25 veces). Dorsey hizo 13 puntos y 13 rebotes y Amir Johnson 10 y 10.
Ausentes Bargnani, Weems y Bayless, la clave de la derrota estuvo en la mala actuación ofensiva de la conexión internacional Calderón-Kleiza-Barbosa, que sumaron 21 puntos con un 9 de 38 en el tiro. El español dio 10 asistencias y sólo perdió 1 balón, pero tuvo un día negado en ataque: 3 de 14 en el lanzamiento de campo, con 0 de 3 en el tiple, y 0 de 2 en los tiros libres). Jugó 35 minutos.
Cleveland 95 Dallas 104
Dallas recuperó el pulso de la competición tras no ser capaz de ganar los últimos 3 partidos sin Nowitzki. Lo hizo sin el también lesionado Butler, pero con Marion regresando a la rotación tras recuperarse de sus problemas. Y lo hicieron gracias a que se enfrentaron al equipo más desastroso, a día de hoy, de la NBA, Cleveland.
Desde la marcha de LeBron James, el Quicken Loans Arena ha pasado de ser inexpugnable a convertirse en un chollo para el equipo visitante de turno. Los de Ohio acumulan ya 17 derrotas en sus últimos 18 partidos, se sitúan 8-26 y van derechitos a la debacle. Y además, no pueden contar con hombres como Gibson y Varejao, lo que en un equipo como estos Cavs es decir mucho.
Ni siquiera anotando más del 50% de sus tiros y teniendo a un resucitado Jamison (35 puntos y 10 rebotes) pudieron los Cavaliers ganar el partido.
Jamison sólo se vio apoyado por Ramon Sessions -19 tantos, 12 asistencias y 7 rebotes. El resto, a verlas venir, y vinieron mal dadas, como casi siempre.
Ante un equipo sin pegada alguna, Dallas ganó sin sobrarse lo más mínimo, aprovechando el mucho oficio de su quinteto titular. Olvidado el experimento 'pongamos a Cardinal de titular', Carlisle se convirtió en un clásico y alineó como titulares a Marion y Terry y el equipo lo agradeció. Marion hizo 22 puntos y Terry, 18. Entre ellos, Stevenson, que se fue a los 21 tras no cortarse un pelo desde más allá del arco (5 de 12). Además, Chandler estuvo más que sobrio (14 puntos, 14 rebores y 6 canastas sin fallo alguno en el tiro).
Barea volvió a un perfil más suyo tras lograr 29 puntos en el anterior partido. Así de efímero es el éxito en la temporada regular. El puertorriqueño acabó con 4 puntos y 4 asistencias en 20 minutos.
New York 98 Indiana 92
Amare Stoudemire en ataque y Ronny Turiaf en defensa fueron las dos caras necesarias para un nuevo éxito parcial de estos remozados Knicks que tantas satisfacciones están dando a sus aficionados.
El primero anotó 26 puntos, capturó 8 rebotes y protagonizó una recta final decisiva con 6 puntos ganadores. El segundo aportó, junto a Toney Douglas, energía extra desde la segunda unidad, lideró la defensiva local y fue un muro importante para el ataque rival en las últimas jugadas del partido. El internacional galo acabó con 10 rebotes y 6 tapones.
Los Knicks lograron así ganar un partido más, pese a perder en el último cuarto al italiano Gallinari, que se lesionó una rodilla. Hasta ese momento, 'Gallo' había cumplido al anotar 19 tantos.
El triunfo local se encontró como mayor oposición el juego de Granger (25 puntos y 17 rebotes siendo alero) y el de Collison (22 con 3 de 3 en el triple). Roy Hibbert fue suplente y jugó poco, aunque no lo hiciera nada mal (10 puntos en 16 minutos).