El gran duelo de la jornada no decepcionó. Se enfrentaban en Florida dos de los mejores equipos de la NBA: Miami Heat y Dallas Mavericks. Nowitzki y Terry impulsaron el triunfo texano y J.J.Barea se impuso en el duelo de bases puertorriqueños a un desaparecido Carlos Arroyo.
Llevaban los 'Beach Boys' 12 partidos consecutivos ganando hasta que llegó el equipo de Carlisle y les bajó de su nube algodonada.
Mientras, en el estado de Indiana, los Pacers doblegaron a los Hornets con un palmeo sobre la bocina de Mike Dunleavy. El hispano Trevor Ariza tuvo una aciaga noche al encestar 1 de sus 13 tiros de campo. Un auténtico desastre.
Por otra parte, en encuentro sin hispanos, los Clippers derrotaron con comodidad a Minnesota Timberwolves con gran partido de Eric Gordon.
Miami 96 Dallas 98
Miami cayó a plomo desde su nube, en la que estaba instalado desde hacía unas semanas, semanas de vino y rosas en las que se encadenaron los triunfos, hasta 12 consecutivos. Cayó de las alturas el equipo más mediático de la NBA porque enfrente tuvo un equipo menos mediático pero igualmente brillante. Un equipo que, hoy por hoy, aunque no tenga la genialidad del 'big three' de Miami, sí tiene la solidez colectiva que le falta aún al conjunto de Spoelstra.
El partido enfrentaba a dos de los mejores equipos de la competición y no defraudó, aunque su primer cuarto resultara francamente extraño. El inicio del choque dejó boquiabiertos a los aficionados locales que vieron como Dallas endosaba a su equipo un parcial de 2-14 con Nowitzki liderando el recital texano. Sin embargo, la locura se desinfló al final y el acierto cambió de bando. En los últimos 3 minutos del primer cuarto, los Heat vapulearon a su rival con un parcial de 12-0 para alcanzar el final del primer acto a la altura de Dallas (22-23).
Esos vaivenes extremos no se reprodujeron ya más en todo el partido, que fue de una igualdad máxima, de un tenso equilibrio, y no se decidió hasta el final.
En ese final, se impusieron los visitantes a base de tiros libres y de triples errados por Miami (dos decisivos de Wade y Bosh). Se marcharon así, como sin darse importancia, los Mavericks y 2 tiros libres de Nowitzki abrieron al brecha definitiva a 12 segundos del final (90-96). Miami perdió ahí sus opciones.
Unos Heat que volvieron a tirar de su trío estelar: Wade hizo 22 puntos y 7 asistencias, James se fue a 19 con 10 rebotes y otros 7 pases de canasta y Bosh sumó 19 tantos y 8 capturas en los aros. Pero esta vez hubo algún acompañante, jugadores como James Jones o Mario Chalmers, que anoche ganó la partida a un perdido Arroyo.
El base de Miami perdió también el duelo con su compatriota Barea, en las filas opuestas (aunque no coincidieran mucho en pista). J.J jugó menos de lo que es habitual, pero en 12 minutos funcionó muy bien: 6 puntos, 5 rebotes, 2 asistencias y 1 robo. Todo lo contrario que Arroyo, cuya titularidad le duró 18 minutos y ya fue mucho, porque resultó inoperante: no anotó, dio 1 asistencia y perdió 3 balones. No fue su partido, un partido, por cierto, en el que regresó de su lesión Mike Miller, que en 4 minutos erró 4 triples.
Los jugadores claves del partido fueron Dirk Nowitzki (26 puntos, 9 rebotes y 10 tiros libres sin fallo) y sobre todo un tremendo Jason Terry que anotó todos sus puntos -nada menos que 19- en los últimos 11 minutos del partido. Enorme Terry. Marion capturó 13 rebotes que contribuyeron al triunfo, un triunfo de tronío.
Indiana 94 New Orleans 93
Otro partido igualado y decidido al final fue el que se vivió en el Conseco Fieldhouse, en el que los apenas más de 12.000 espectadores que se dieron cita vivieron los últimos segundos con el corazón en un puño. Porque la decisión fue no apta para cardíacos.
Con 92-93 para los Hornets, atacaron los locales para ganar. El balón acabó en el mejor de Indiana, Danny Granger, que encaró el aro cuando ya expiraba el tiempo. Lo hizo con un tiro lejano, de más de 6 metros, muy cerca de la línea de 3. Y el balón lo repelió el aro. Fue entonces cuando surgió la figura de Mike Dunleavy, gris durante todo el partido, para fijar un palmeo milagroso sobre la bocina que daba la victoria al equipo local y desataba la locura en el Conseco Fieldhouse.
El partido estuvo marcado de inicio por la ausencia del base visitante Willie Green, destrozado por la muerte de su hermana y de su primo en accidente de coche cuando regresaban de ver un partido de los Hornets.
No pudieron los Hornets dedicarle una victoria. No lo consiguieron a pesar de que Okafor empequeñeció a Hibbert (el primero 19 tantos y 15 rebotes; el segundo, 1 de 10 en el tiro). West hizo 18 puntos, Belinelli mejoró su rendimiento y Marcus Thornton capturó 11 rebotes. Pero New Orleans tuvo muchos problemas.
El primero, y fundamental, fue el gris rendimiento de Paul, que supuso que todo el equipo sólo sumara 14 asistencias. El segundo, el desacierto en el tiro de perímetro. Y el tercero, la horrible noche de Trevor Ariza, que capturó 9 rebotes, pero ¡erró 12 de sus 13 tiros a canasta!. De nada le sirvió al equipo de Monty Williams rebotear mejor que su rival.
En Indiana, Dunleavy se disfrazó al final de héroe tras un mal partido. Porque antes la batuta la llevó Granger -27 puntos-, ayudado por Collison -18-, Posey desde la segunda unidad -15, todos de triple tras 7 intentos- y Foster, que peleó muy bien en los aros.
L.A. Clippers 113 Minnesota 90
Los Clippers son un equipo ascendente. Nueva victoria de la escuadra angelina, cómoda, rotunda, de la mano de un binomio convertido en trío para la ocasión.
Eric Gordon fue el estandarte del ataque local con 36 puntos (14 de 23 en el tiro de campo con 5 triples) a los que añadió 6 rebotes y 5 recuperaciones de balón. El gran Blake Griffin no falló, robó todo el protagonismo a un discreto Kevin Love y logró un nuevo doble-doble que casi se convierte en triple-doble (22 tantos, 10 rebotes y 7 asistencias). Y a ellos se añadió Ryan Gomes, autor de 22 puntos y 10 rebotes. Además, el veterano Baron Davis repartió 12 asistencias.
Los locales apabullaron en el rebote (56 por 33 con un balance de ¡42-7 en su aro!) y derrotaron a los Timberwolves en los 4 cuartos del partido.
En Minnesota, Beasley hizo 20 unidades, pero con 6 de 19 en el tiro, y Webster sumó 18 tantos. Kevin Love decepcionó aun logrando un doble doble, eso sí, de corte menor y Milicic reapareció tras su lesión en el salto inicial del anterior partido. Duró poco, en menos de 5 minutos su lesión se había agravado y tuvo que retirarse.