Los Portland Trail Blazers no paran de acumular desgracias en forma de lesiones. Si primero Jeff Pendergraph y luego Elliot Williams dijeron adiós a la temporada, ahora le ha tocado el turno a Greg Oden, cuyo futuro en la NBA parece más incierto que nunca.
El joven pívot elegido en el número 1 del draft de 2007, el hombre, junto a Roy, sobre el que los Blazers planeaban construir un equipo ganador, tendrá que pasar de nuevo por el quirófano para someterse a una delicada operación de microfractura en su rodilla izquierda. No le veremos más este año, el último de su contrato de novato con el equipo.
La noticia ha llegado por sorpresa cuando ya se contaba con su pronta reincorporación al equipo tras casi 1 año de ausencia después de lesionarse el pasado diciembre. Pero cuando se esperaba que recibiera el alta, los médicos han descubierto que tiene dañado un ligamento de la rodilla lesionada y habrá de pasar de nuevo por el quirófano.
El historial de lesiones de Oden es altamente preocupante y apunta, por desgracia, al prematuro final de una carrera que apenas ha podido despegar. Cuando llegue junio, habrá sumado únicamente 82 partidos jugados, el equivalente a una temporada regular, en sus 4 años con el equipo.
Su contrato finaliza esta temporada y los Blazers ya anunciaron hace unas semanas que no le ofrecerían, por el momento, una extensión del mismo, aunque el próximo verano tendrán la oportunidad de igualar cualquier oferta que se le haga.
Ahora, con esta nueva lesión, que aumenta la incertidumbre sobre la viabilidad de Oden como jugador profesional de baloncesto, pocos serán los equipos que se atrevan a ofrecerle un contrato sin tener garantizada una recuperación plena de sus rodillas, una recuperación que se antoja muy complicada. Su futuro está en el aire.