Entre 4 y 6 semanas es el tiempo que los médicos han estimado que tardará en volver a las canchas el base de los Houston Rockets, Aaron Brooks. Así lo ha anunciado el propio jugador, que sufrió un fuerte esguince en su tobillo izquierdo en el partido ante San Antonio.
Se rompe así la racha de 119 partidos consecutivos jugados que mantenía el director de juego del conjunto en el que milita el argentino Luis Scola. La lesión se produjo justo al final de la primera parte del partido de máxima rivalidad texana ante los Spurs.
Brooks trató de anotar sobre la bocina del medio tiempo un triple desde más de 12 metros y al volver hacia el suelo, su pie aterrizó sobre el de Manu Ginóbili, que le defendía, provocándole la lesión. El propio Brooks ha descartado cualquier tipo de mala intención en la jugada por parte del escolta de Bahía Blanca. “No se me pasa por la cabeza. Fue un accidente”, ha asegurado al Houston Chronicle.
Hasta el momento , Brooks había promediado 16,4 puntos y 5,4 asistencias en 30 minutos de juego en los partidos, con otras tantas derrotas, disputados por su equipo. Su baja se une a la de quien debería sustituirle, Kyle Lowry, por lo que Adelman se ha visto obligado a dar el mando de las operaciones al novato Ishmail Smith.
Por ahora, el resultado no ha sido malo, ya que los Rockets consiguieron anoche su primera victoria de la temporada ante Minnesota liderados por Luis Scola y Kevin Martin, pero claro, habrá que ver cómo se desenvuelve el equipo ante rivales más fuertes.