No hubo suerte para los 2 ex NBA que buscaban el respaldo del electorado estadounidense en las elecciones celebradas el pasado día 2. Ni Chris Dudley, ni Shawn Bradley salieron elegidos pese a presentarse por el partido republicano, formación triunfadora a nivel global.
Chris Dudley, que jugó como pívot en los Blazers, Knicks o Nets, presentaba su candidatura para hacerse con el puesto de gobernador del estado de Oregón, donde se sitúa Portland. Una plaza difícil, al tratarse de un estado, como todos los de la costa oeste, de tradición liberal y feudo habitual de los demócratas.
Aun así, aprovechando las horas bajas por las que pasan los demócratas debido al descontento con la gestión del presidente Barack Obama, Dudley estuvo a punto de imponerse y sólo cedió, como si de un partido de baloncesto se tratara, en los últimos instantes, cuando el recuento de los últimos condados permitió a su rival, el demócrata John Kitzhaber, remontar un resultado que parecía tener perdido.
Finalmente, algo más de 13.000 votos, sobre un total de más de 1,3 millones emitidos, separaron a ambos candidatos poniendo fin a las aspiraciones de Dudley, que había hecho oficial su candidatura por estas mismas fechas del año pasado.
En ese año, la actividad del candidato ha sido intensa y también la de sus rivales y detractores, algunos de los cuales no tuvieron mejor idea que, para mofarse de él, colgar carteles anónimos en los que presentaban como candidato a gobernador a otro ex pívot de los Blazers, el lituano Arvydas Sabonis.
Tras un largo y emocionante recuento, Dudley reconocía su derrota a última hora de ayer en una improvisada rueda de prensa a las puertas del restaurante mexicano El Ranchito, en las cercanías de Portland. A la pregunta de si volvería a presentarse, no quiso responder y se limitó a asegurar que “Ahora mismo voy a ir adentro (del restaurante) y probablemente me tome un margarita y luego ya habrá tiempo de preocuparse de eso”.
Bradley, también pierde
También por poco salió derrotado otro ex pívot de la NBA, Shawn Bradley, a pesar de presentarse también por los republicanos en el mucho más conservador estado de Utah. El altísimo Bradley, 2,29, que jugó 12 años como profesional en la NBA en Philadelphia, New Jersey y Dallas aspiraba a sus 38 años a uno de los 75 puestos en la cámara de representantes del estado.
Bradley, mormón como la mayoría de los habitantes de Utah, buscaba convertirse en el representante del distrito electoral 44, pero sólo consiguió el apoyo de 3.660 votantes, 365 menos que su rival, el demócrata Tim Cosgrove.
Aun así, los republicanos siguen dominando de forma apabullante la cámara estatal (58 representantes por 17 de los demócratas) en un estado que alcanzó la cota de participación en las elecciones más baja de una nación en la que la participación de los electores suele ser ya de por sí realmente baja. Sólo el 33% de los habitantes del estado con derecho a voto acudieron a las urnas.