Tanto fue el cántaro a la fuente, que se rompió. CSKA de Moscú había ofrecido una más que interesante imagen en sus derrotas ante Miami (96-85) y Oklahoma City (97-89), y en su tercer encuentro de gira, en cuanto se topó con un equipo menor, salió airoso.
Fue en el Quicken Loans Arena de Cleveland, donde todo apunta a que van a estar llorando durante mucho tiempo la marcha de LeBron James. Anoche, por de pronto, los más de 20.000 espectadores que se dieron cita en sus gradas se quedaron helados al contemplar la derrota de los suyos ante el CSKA de Moscú por 87 a 90.
El gran protagonista de ese triunfo fue Ramunas Siskauskas, autor de 22 puntos, 4 triples y 3 robos de balón. Porque el internacional lituano, además de ofrecer esos buenos números, desniveló el choque en los últimos segundos.
Con 87-88, Siskauskas fue a la línea de personal. Restaban 6,8 segundos por jugar y no le tembló la mano. Los 2 dentro y 87-90 en el luminoso. En la jugada posterior, los locales buscaron el empate, pero Gibson erró el triple y fue Siskauskas el que atrapó el rebote decisivo. Y los aficionados de Cleveland quedaron noqueados. Parece que este año les tocará sufrir.
Vaivenes en el marcador
Fue un partido igualado, pero con vaivenes en el marcador. Los locales llegaron a dominar por 10 puntos y los visitantes alcanzaron una máxima ventaja de 12.
Es cierto que Cleveland no contó con Jamison, Parker y Varejao; pero también lo es que los moscovitas, como en los anteriores choques de su gira, no pudieron apoyarse en jugadores como Holden o Khryapa.
Gibson fue, a pesar de errar el triple final, el mejor de los Cavs con 21 puntos y 4 de 7 triples. Hollins hizo 17 tantos y Sessions se fue a 14.
El equipo ruso brilló en el juego colectivo en los dos lados de la cancha, defendió con entereza, anduvo fino en el triple (11 de 25) y apenas perdió balones, más aún tratándose de un partido amistoso donde las pérdidas suelen dispararse.
A esos 22 puntos de Siskauskas, le siguieron los números de otro hombre esencial en la victoria, Gordon, que acabó con 19 tantos, 7 rebotes y 6 asistencias. Langdon, Shved y Vorontsevich también ayudaron a un triunfo histórico de los rusos en tierras estadounidenses.