Sabido es que a la NBA no le gusta que nadie hable más de la cuenta y eso incluye no sólo a jugadores y entrenadores sino también a los directivos y propietarios de los equipos. Esa es la razón de que Ted Leonsis, dueño de los Wizards, haya sido multado con 100.000 dólares.
Leonsis, convertido oficialmente en accionista mayoritario de la franquicia de Washington hace apenas 3 meses, comentó en una reunión con empresarios locales su expectativa de que la NBA cuente tras el próximo convenio con un tope salarial rígido al estilo del que aplica la NHL, en la que Leonsis controla a los Washington Capitals.
El comentario, desvelando uno de los puntos de controversia en las negociaciones que actualmente se desarrollan entre la Asociación de Jugadores y los propietarios de la NBA, no ha gustado a David Stern, máximo responsable de la liga, y la NBA ha multado a Leonsins por realizar “comentarios públicos no autorizados con respecto a las negociaciones del convenio colectivo de la liga”.
A la NBA le gusta la idea, a los jugadores, no
La idea de instaurar un tope salarial rígido se ha barajado por parte de la liga, según ha reconocido el propio Stern, pero no gusta nada a los jugadores que la han rechazado desde que se empezó a mencionar.
Con un tope salarial de ese tipo, desaparecerían todas las excepciones que ahora mismo permiten a los grandes equipos mantener masas salariales muy por encima del tope oficial -Lakers y Orlando superan holgadamente los 90 millones en salarios cuando el límite teórico es de 58 millones- lo que obligaría a rebajar sensiblemente el salario de los mejores jugadores, algo a los que éstos no están dispuestos.
Según los expertos, la imposición del tope salarial rígido igualaría la competición al eliminar la ventaja de que disponen ahora mismo los equipos con mayores ingresos económicos, que pueden afrontar las penalizaciones por exceder el tope salarial y pagar más, pero no evitaría los problemas económicos que afrontan actualmente las franquicias más pequeñas pese a no alcanzar en muchos casos los actuales límites de gasto.
A pesar de ello, la liga sigue trabajando con la idea de introducir si no una rigidez estricta, sí diversos elementos que dificulten los actuales excesos salariales de algunas franquicias, además de querer recortar los salarios máximos, la longitud de los contratos y las garantías de los mismos.