Las coincidencias de la vida son a veces llamativas. Y es que el mismo día en el que Darren Collison fue traspasado de los Hornets a los Pacers se fracturó el dedo meñique de su mano derecha. La fractura le supondrá estar en el dique seco entre 3 y 4 semanas.
Algunos podrían pensar que en la celebración o tristeza de su traspaso el bueno de Collison dio un golpe a una mesa o algo así, pero no. Su nuevo club ha dejado bien claro que el base se dañó la mano jugando al baloncesto.
El propio Collison ha asegurado al diario Indianapolis Star que “no es nada serio”. Eso sí, podría estar casi un mes de baja.
Sin embargo, la lesión no afectará a la preparación de la temporada del ex de New Orleans, ya que estará plenamente recuperado para afrontar a partir del 28 de septiembre la pretemporada con Indiana.
Collison llegó a los Pacers desde los Hornets junto a su compañero James Posey en un intercambio múltiple que afectó a 4 equipos y 5 jugadores.