Ni Kyle Weaver ni Malik Hairston jugarán la próxima temporada con los equipos con los que tenían contrato, aunque las circunstancias de la salida de ambos jugadores son bastante diferentes. Hairston pidió irse, mientras que a Weaver le han enseñado la puerta de salida.
La salida de Weaver se venía anunciando desde que los Oklahoma City Thunder contrataron a Royal Ivey. Con la incorporación de Ivey, los Thunder tenían a 16 jugadores con contrato garantizado, 1 más del límite máximo permitido por la liga, por lo que alguien sobraba.
Puestos a eliminar a uno, Weaver era el más barato de despedir ya que su salario era el más bajo, no llegaba al millón de dólares, y su segundo año de contrato era opción del equipo. Además, su presencia en el conjunto de Oklahoma el año pasado había sido testimonial, jugó 12 partidos, y el recién llegado Ivey ocupaba su misma posición, al igual que otros 4 jugadores más de la plantilla.
El caso de Malik Hairston ha sido diferente. Los Spurs sólo tienen 11 jugadores con contratos garantizados más otros 4 con contratos sin garantizar, por lo que no tenían necesidad, por el momento, de prescindir de ninguno.
Pero a Hairston, que había jugado 62 partidos con los Spurs en las 2 últimas campañas, le llegó una oferta por 2 temporadas del Montepaschi de Siena, campeón de la liga italiana, y el jugador pidió al equipo que le liberara de su compromiso contractual para poder firmar con el club italiano, algo a lo que la franquicia de San Antonio ha accedido.