Carlos Arroyo no cabe en sí de gozo. El base puertorriqueño jugará la próxima temporada con Miami Heat, equipo con el que renovará en las próximas horas. De este modo, compartirá vestuario con el trío mágico formado por LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh.
La renovación con Miami la ha confirmado el propio jugador en declaraciones al Sun Sentinel.
El armador boricua ha afirmado que está volando desde su Puerto Rico natal a Miami para renovar su contrato con el equipo de Florida, un estado al que ha estado muy unida su carrera baloncestística, pues se formó en la Universidad de Florida International.
Arroyo asegura estar excitado ante la oportunidad que se le presenta de compartir juego con 3 megaestrellas de la NBA y aspirar a conquistar un anillo.
Días de vino y rosas
El jugador caribeño está viviendo unos días absolutamente estelares en los que todo es felicidad.
En el presente mes de julio se proclamó campeón del Centrobasket con la selección de Puerto Rico y fue nombrado MVP del torneo disputado en República Dominicana. Pocos días después saltaba a la luz su inocencia en el incidente que tuvo durante la temporada con unos agentes de policía de Miami y ahora está a punto de renovar con unos Heat reforzados al máximo.
Todo marcha a las mil maravillas. De hecho, Carlitos cumplirá 31 años el próximo 30 de julio, una buena fecha para celebrar todo lo bueno que le está pasando en un mes de julio perfecto.
Un equipo ganador
Arroyo jamás estuvo en un equipo de la NBA con semejante potencial como el que tiene actualmente Miami Heat merced a los movimientos del mercado veraniego.
El base puertorriqueño militó la pasada campaña en el conjunto dirigido por Spoelstra, siendo titular en 35 de los 72 partidos de temporada regular que disputó. En ellos, promedió 6,1 puntos y 3,1 asistencias en 22 minutos de juego.
El jugador hispano tiene tras de sí una más que considerable trayectoria tanto en la NBA como fuera de ella. En la liga estadounidense ya ha disputado más de 500 partidos de fase regular. Todo un bagaje para afrontar su temporada más apasionante.