El rocoso Ben Wallace tiene claro que el día que deje el baloncesto quiere hacerlo vistiendo la camiseta de los Pistons, pero también que a día de hoy quiere seguir disfrutando del baloncesto. Su renovación por 2 años con el equipo le permite mantener ambos objetivos.
Wallace ha llegado a un acuerdo por 1,9 millones de dólares por cada una de las 2 próximas temporadas que deberá ser rubricado en los próximos días, una vez se complete la negociación de los detalles.
El año pasado el pívot fue cortado por los Phoenix Suns, con quienes no llegó a jugar tras ser intercambiado por Shaquille O’Neal, y todo indicaba que optaría por retirarse. Pero finalmente, y con los 10 millones de dólares del finiquito de los de Arizona en el bolsillo, decidió regresar por el salario mínimo con Detroit, el equipo en el que vivió sus mejores momentos como jugador entre los años 2000 y 2006.
Con los 36 años por cumplir el próximo septiembre, el pívot es consciente de que ya no le queda mucha gasolina en el tanque, pero quiere seguir recorriendo kilómetros mientras pueda. Los años han traído consigo el inevitable declive físico que en un jugador como él, limitadísimo en lo técnico, supone una seria merma en la aportación que puede hacer al equipo, pero su presencia defensiva, aun reducida en el tiempo, puede ser de gran ayuda para el conjunto de Michigan.