Nueva y ya última jornada de frustración e impotencia para los Hawks de Al Horford. Esta vez el marcador fue más corto, pero la victoria de los Orlando Magic resultó igual de clara que en las oportunidades anteriores. Atlanta no tuvo ninguna opción.
Atlanta 84 Orlando 98 (0-4)
Nuevo partido entre Hawks y Magic y nueva derrota clara de los de Atlanta que pone fin a una eliminatoria decepcionante para la franquicia de Georgia. Las 4 derrotas con un promedio de 25,3 puntos de desventaja suponen la mayor diferencia entre 2 equipos en la historia de los playoffs de la NBA.
Si grave son los más de 25 puntos de media de desventaja, peor es saber que los Hawks no estuvieron ni siquiera cerca de ganar en ninguno de los 4 encuentros. Ayer, volvieron a perder el tren en la primera estación y siempre estuvieron por detrás de sus rivales desde que una canasta de Jameer Nelson abrió el marcador a los 42 segundos de encuentro.
Se repetía así, para frustración de los aficionados del Philips Arena, lo ocurrido en el anterior encuentro y es que, en sus 2 partidos en casa, los Hawks siempre han ido por detrás de los Magic en el marcador. Anoche, el primer cuarto acabó ya con un claro 23 a 34 para los visitantes que anunciaba lo que iba a ser el partido.
Los Magic volvieron a funcionar como un reloj en ataque. Sus combinaciones dentro-fuera y sus circulaciones de balón en busca de un tirador desbordaron un día más a la defensa de Atlanta. Un 55% de sus lanzamientos anotaron los hombres que dirige Stan Van Gundy y 16 de sus 37 triples, un porcentaje superior (43%) al del tiro de campo del rival (40%).
Ni siquiera necesitaron de la mejor versión de Dwight Howard, que sólo lanzó 5 veces a canasta, eso sí, convirtiendo todas, y finalizó con 13 puntos, 8 rebotes, 4 tapones y, tal vez lo único bueno que logró la defensa de los Hawks, 7 pérdidas de balón. Lewis, Carter y Pietrus castigaron desde el triple a los locales. Carter terminó siendo el máximo anotador con 22 puntos, Lewis hizo 17 y Nelson, 16 con 9 asistencias.
En el lado contrario, los Hawks no supieron cómo hacer su juego. Joe Johnson volvió a protagonizar una noche más que discreta con 14 puntos y 5 de 15 en el tiro, idéntica serie que la lograda por el que terminaría siendo el máximo anotador de los Hawks, Jamal Crawford, que sumó 18 puntos.
Bibby fue un cero a la izquierda y apenas jugó 11 minutos y en el interior, Josh Smith, 16 puntos y 8 rebotes, y Al Horford, 13 y 6, volvieron a rehuir las cercanías del aro mucho más intimidados de lo que fueron capaces de intimidar. Baste decir que Smith, uno de los mejores taponadores de liga con más de 2 tiros bloqueados por encuentro, apenas fue capaz de interferir 2 tiros del rival en los 4 partidos.
Los Magic llegaron a dominar por 17 puntos en el tercer cuarto, pero 7 puntos finales de Crawford dejaron el marcador en un 66 a 75 que prometía lucha en el último periodo. No la hubo. Orlando arrancó con un 9 a 0 el último parcial y sentenció el encuentro. Su ventaja llegó a ser de 22 puntos.
La serie termina así con los Magic ofreciendo una magnífica sensación y convertidos en el equipo que aparenta una mejor forma y momento de juego en estas series finales. Mientras, en Atlanta, el futuro de su técnico, Mike Woodson, está en el aire tras no haber sido capaz de encontrar soluciones en medio del desastre, como lo está el de su jugador franquicia, Joe Johnson, cuyo rendimiento en estos playoffs ha estado muy lejos de lo que cabía esperar.