“Elegí un mal día para tener una mala noche”, eran las palabras de Manu Ginóbili, 2 de 11 en el tiro de campo, tras ver como su equipo caía eliminado de forma contundente, 4 a 0, por los Suns de Phoenix. Amare Stoudemire y un tuerto Nash lideraron a los de Arizona.
San Antonio 101 Phoenix 107 (0-4)
Los Suns consiguieron por fin tomarse la revancha ante su bestia negra de los últimos años, 4 veces los habían dejado fuera desde 2003, y eliminaron a los Spurs en las semifinales de conferencia sin darles siquiera la oportunidad de apuntarse una victoria.
Lo hicieron en esta ocasión guiados por un tuerto. Steve Nash recibió un codazo accidental de Tim Duncan mediado el tercer cuarto al acudir a una ayuda defensiva y tuvo que jugar el último cuarto con 6 puntos de sutura en la ceja y el ojo derecho completamente cerrado por la hinchazón producto del golpe.
Le dio igual. Como decía su entrenador al final del encuentro, Nash puede jugar al baloncesto hasta dormido y con su único ojo disponible, el canadiense anotó 10 puntos y repartió 5 asistencias en el último periodo, terminó con 20 y 9, para llevar a la victoria a los suyos.
El partido había empezado bien para San Antonio que, aprovechando los errores de tiro en el inicio de sus rivales adquirió una ventaja de 6 puntos, llegó a ser de 9, en el final del primer cuarto.
No tardaron en reaccionar los hombres de Alvin Gentry aprovechando una vez más la salida de los hombres de banco, con un inspirado Jared Dudley (10 puntos en la primera mitad y 16 al final). Al descanso, mandaban ya en el marcador por 50 a 47.
El inicio del tercer cuarto estuvo marcado por los nervios de Amare Stoudemire. El ala-pívot de los Suns erró un primer lanzamiento y cuando en la siguiente jugada recibió un tapón de Jefferson y posteriormente una falta de McDyess, sus protestas le costaron una técnica.
El jugador de los Suns siguió protestando y pareció descentrarse, tanto, que su entrenador y su veterano compañero Grant Hill tuvieron que llamarle al orden para que se tranquilizara. Lo consiguieron y, una vez centrado de nuevo en el partido, Stoudemire respondió anotando 18 puntos en la segunda mitad para terminar siendo, con 29 tantos, el máximo anotador de su equipo.
Cuando más sufrían los Spurs en el tercer cuarto, llegaron a perder de 11, la providencial ceja abierta de Nash vino en su ayuda. La retirada del base a vestuarios les permitió encadenar un 7 a 0 que igualó de nuevo el marcador a 64.
Nash y Stoudemire, 10 y 12 puntos en el cuarto final, se encargaron de llevar el peso de los visitantes en los últimos minutos con la ocasional ayuda de Dudley, Richardson o Hill. Los Suns controlaban el marcador y la angustia ante la inminente eliminación se adueñaba de las gradas del AT&T Center.
Un triple de Richardson puso el 89-99 en el marcador a falta de apenas 2 minutos. Los Spurs estaban contra las cuerdas, pero ya en el último minuto un triple con tiro adicional de George Hill acercó a 2 puntos a los suyos (101-103) con 26 segundos por jugar, dándoles una postrera esperanza de evitar lo que hasta entonces parecía inevitable.
Hubo personal sobre Grant Hill y el veterano alero no falló desde la línea de castigo. Con 16 segundos en el marcador, Manu Ginóbili intentó un triple rápido como último cartucho, pero la de ayer no era la noche del argentino, 2 de 11 en el tiro de campo, y el balón golpeó el aro y acabó con una eliminatoria cuyo final certificó Jason Richardson desde la línea de personal.
Manu, al que la buena defensa de los Suns impidió una y otra vez conducir el balón, finalizó con 15 puntos, 9 asistencias y 5 robos. Buenas cifras afeadas por su mala noche en los lanzamientos. Unos errores que dejaron al de Bahía Blanca con un regusto amargo en esta última derrota de la temporada.
Parker, con 22 tantos, fue el máximo anotador de los texanos. Tim Duncan y George Hill, hicieron 17, y Matt Bonner, 14. Popovich jugó con una rotación de apenas 7 hombres, la presencia de Mason, Blair y Bogans fue casi testimonial, y la mayor aportación del banco de los Suns volvió a ser fundamental.