Duelo texano en la última jornada de la fase regular que será el preámbulo de idéntico duelo en la primera ronda de la postemporada. Porque tras la derrota de San Antonio en Dallas, los Mavericks y los Spurs se verán las caras a vida o muerte en el duelo más atractivo de postemporada.
Mientras Carlisle salió al partido con todo, Povovich decidió reservar a Ginóbili y Duncan. Tal vez, lo que no esperaba el viejo 'Popo' es que Portland perdiera en casa ante los Warriors, aunque hay que matizar que los Blazers jugaron con ventaja, ya que su partido empezó 2 horas y media después que el duelo texano. Eso hizo que McMillan ya supiera que podía perder ante Golden State y quedar sexto evitando a Dallas.
Oklahoma City, mientras, ganaba a Memphis y veía como su estrella, Kevin Durant, se convertía en el jugador más joven en lograr el título de máximo anotador de la NBA. 21 añitos y 30,1 puntos de media. Una locura.
Además, Phoenix ganó con clase y comodidad y Utah para alcanzar el tercer puesto del Oeste y relegar a los Jazz al quinto.
Dallas 96 San Antonio 89
Dallas salió con todo a la pista (Nowitzki, Kidd, Butler, Marion y Terry) y San Antonio decidió no contar ni con Manu Ginóbili ni con Tim Duncan. Y es que el viejo Popovich sabía muy bien que jugando 2 horas y media antes que Portland las opciones de sorprender eran mínimas. Vamos, que tenían el séptimo puesto más bien asegurado y que más valía esconder las cartas ante Dallas, toda vez que va a ser su rival en la primera ronda de los playoffs.
Por eso, a nadie sorprendió el triunfo local, basado en el poderío del trío integrado por Butler (20 puntos), Nowitzki (19) y Kidd (18), un poderío del que no participaron los jugadores hispanos de los Mavericks. Barea hizo 4 puntos, 3 rebotes, 1 asistencia y 1 robo en 20 minutos y Nájera se quedó en blanco en los 5 minutos que estuvo en cancha.
En los Spurs, sin Duncan brilló un novato que tiene mucho futuro, DeJuan Blair. El joven jugador de San Antonio firmó unos números de escándalo: 27 puntos, 23 rebotes, 4 asistencias y 3 robos. Muy lejos de su rendimiento, pero aceptables en su juego, estuvieron Tony Parker -16 tantos- y Garrett Temple -14-.
El partido no fue tan claro como podría indicar la confección de las plantillas convocadas. Es cierto que Dallas siempre tuvo el control del encuentro, pero no es menos cierto que éste entró en los últimos 3 minutos con un apretado 87-81, una diferencia de 6 puntos que los visitantes fueron incapaces de reducir.
Y la victoria local supuso el séptimo puesto para los Spurs con 50 victorias, lo que les llevará a enfrentarse contra Dallas, que ha terminado segundo en el Oeste con 55. ¡Menudo premio para Dallas haber cuajado tan buena temporada y enfrentarse a estos recuperados Spurs!. Texas vivirá con pasión este duelo.
Portland 116 Golden State 122
Todo fueron ventajas para Portland, que pese a perder quedó sexto en el Oeste, por delante de San Antonio. Esa ventaja se cifra en 150 minutos, los que transcurrieron desde el inicio del partido en Dallas y el comienzo del encuentro en Portland.
Con la derrota de los Spurs, llegó la completa relajación al Rose Garden, que vio cómo McMillan sumaba a las lesiones de larga duración y la lesión de Roy, las bajas por descanso de sus 2 hombres altos, Aldridge y Camby. Y al base Andre Miller le dejó jugar 9 minutos para sentarle.
En ese marco extraño, Jeff Pendergraph fue el mejor local con 23 puntos en 29 minutos, Webster anotó 18 puntos y hasta 7 jugadores de los Blazers hicieron 10 o más tantos. No fue el caso del desajustado Rudy Fernández, que en una situación para brillar se tuvo que conformar con hacer 8 puntos en 31 minutos. Eso sí, brilló sobremanera en el pase al otorgar a sus compañeros 9 asistencias.
Se enfrentaban en el Rose Garden, dos de los equipos a los que más han mutilado las lesiones. Y es que si lo de Portland ha sido grave, hay que decir que los de Golden State no ha tenido nombre. El colmo fue verlos anoche jugar con sólo 6 hombres, ¡4 jugadores disputaron los 48 minutos, otro jugó 42 y el sexto hombre los 6 restantes!. ¡Vaya ruina!.
En esa locura de minutos, el novato Stephen Curry reivindicó en la victoria el galardón de mejor rookie del año. Lo hizo con un partido memorable en el que se fue a 42 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias. Logró 4 de 6 en el triple y 12 tiros libres sin error alguno.
A él se unieron Monta Ellis, que firmó 34 tantos, y Anthony Tolliver, que añadió 19 con 15 rebotes. Y es que estos Warriors han jugado toda la temporada al límite, con la mayoría de sus jugadores con el físico aniquilado y los pocos que restaban jugando una minutada cada noche.
Al final, los Blazers se quedaron en las 50 victorias -increíble con las bajas que han tenido-, aunque acabaran recibiendo 122 puntos en su último partido (60 al descanso y 37 encajaron en el último cuarto). La imagen contraria a la dada hasta ahora por McMillan y los suyos. Aunque anoche poco importara.
Oklahoma City 114 Memphis 105
El tercer equipo en disputa por esos últimos puestos clasificatorios en el Oeste había sido Oklahoma City, aunque ayer ya sabía antes de empezar que iba a ser octavo y se tendría que enfrantar en primera ronda a los Lakers.
Los Thunder ganaron a unos Grizzlies sin Gasol y quedaron octavos empatando en su balance (50-32) con el sexto y el séptimo. Y además recibieron el regalo inmenso de ver cómo uno de los suyos, el increíble Kevin Durant, se convertía en el máximo anotador de la NBA más joven de la historia.
El partido se decidió ya en la primera parte (71-49) y Durant volvió a llevar la voz cantante con 31 puntos, que siguieron de lejos sus compañeros Jeff Green (16 tantos), Eric Maynor (15 con 10 asistencias) y Serge Ibaka (15 con 9 rebotes y 5 tapones).
Memphis, que hace tiempo se fue de vacaciones tras completar una gran temporada, se fue del partido a base de triples errados -anotó 1 de 9- y nada pudo hacer pese a los 25 puntos de Gay, los 21 con 11 rebotes de Randolph, los 17 de Mayo y los 16 de Conley.
Phoenix domina a Utah
En partido sin hispanos, Phoenix ganó en el EnergySolutions Arena a Utah (86-100) y se quedó con el tercer puesto del Oeste tras ganar 54 partidos, llevando a los Jazz al quinto con 53 victorias.
El equipo visitante dominó de cabo a rabo aprovechando la ausencia por lesión de Boozer, que se sumaba a la ya consabida de Kirilenko. Y es que en el tercer cuarto ya ganaban los Suns por 60 a 81.
El equipo de Gentry jugó de manera brillante en lo colectivo y defendió espléndidamente. Stoudemire hizo 20 puntos y Nash regaló 11 asistencias.
Utah anotó el 37,5% de sus tiros y extravió 19 balones. Deron Williams dio a los locales 24 puntos, pero erró 12 de sus 17 tiros y su balance asistencias-pérdidas (6 a 5) fue discreto. Okur, mientras, añadió 21 puntos y 11 rebotes.