Mal se presenta el futuro de Toronto Raptors, cuyo final de temporada parece llevarle directamente a las vacaciones prematuras por su no inclusión en los playoffs, lo que sería un fracaso. Anoche, en partido decisivo, el equipo canadiense perdió en casa ante su directo rival, Chicago Bulls.
Los Bulls fueron muy superiores y con su victoria arrebatan el octavo puesto del Este a Toronto, la última plaza que da derecho a seguir en la competición y afrontar la postemporada. Calderón no tuvo su día y los Raptors echaron mucho de menos a Chris Bosh.
Mientras, en Oakland, Golden State se imponía apuradamente a los Thunder de Oklahoma City, equipo en el que Durant anotó 40 puntos para dirigirse con paso firme hacia la consecución del título de máximo anotador de la NBA. Palabras mayores.
Toronto 88 Chicago 104
Sonoro fracaso de los Raptors en el Air Canada Centre porque si bien es verdad que no contaban con Bosh, sus aficionados esperaban al menos algo de competencia frente a los Bulls en el partido decisivo.
Los dos equipos acudieron al encuentro empatados a victorias y derrotas y ocupando la octava y la novena plaza del Este, es decir, la que da derecho a seguir en la competición y la que te expulsa de ella prematuramente. La frontera entre el éxito y el fracaso para ambos equipos. Y parece claro que estos Raptors van de cabeza al fracaso.
El conjunto de Ontario apenas presentó batalla real a su contrincante en el momento de la verdad. No hubo color. En el primer cuarto, Chicago ya tomó una ligera delantera que fue capaz de consolidar al descanso (48-58), para en el tercer cuarto dar otro tirón con el fin de dominar la situación sin problemas (65-84).
El equipo de Triano no tuvo capacidad de reacción alguna, no apretó nunca los suficientemente duro en defensa y le faltó criterio a la hora de atacar, tomando demasiadas decisiones equivocadas en un partido tan importante.
Faltó un líder en Toronto. Podría haberlo sido Turkoglu, que estuvo inconmensurable en muchas facetas del juego, pero que representó como nadie el desquiciamiento local, su quebranto. Y es que el turco atrapó 19 rebotes, dio 9 asistencias y robó 3 balones, datos impresionantes que revelan un nivel de esfuerzo colectivo brutal, pero que le hicieron perder fuelle en ataque, donde fue un hombre inconsistente, acabando con 6 puntos tras anotar 2 de 12 en el tiro.
Bargnani hizo 18 puntos pero no fue capaz de liderar al equipo y Weems hizo otros 18 tras lanzar 22 veces a canasta. Que Weems fuera el máximo exponente local a la hora de afrontar el aro, revela la falta de criterio ofensivo de los hombres de Triano.
Calderón, mientras, estuvo ciertamente gris, algo inesperado para un jugador como él en un momento tan trascendental. El español apenas dejó su seña de identidad, pasando tristemente desapercibido. 7 puntos y 4 asistencias fueron todo su bagaje en 24 minutos de juego en lo que ni dirigió bien a los suyos, ni fue capaz de detener el buen juego de Derrick Rose.
Y es que la falta de líderes en Toronto contrastó con la existencia de líderes firmes en Chicago, donde hubo 2 hombres trascendentales: el citado Rose (26 puntos y 7 asistencias) y el sensacional Joakim Noah, que terminó con 18 tantos, 19 rebotes, 7 asistencias y 7 de 10 en el tiro de campo. Deng, Gibson, Warrick y Murray también alcanzaron los dobles dígitos ofensivos. Y ahora, los Bulls suman 39 victorias y 41 derrotas y los Raptors 38-42 a falta de sólo 2 encuentros para que concluya la temporada regular.
Derrota de los Thunder
Oklahoma City fue incapaz de ganar a domicilio a los Warriors (120-117) a pesar de que protagonizó un inicio más que alentador (25-42 en el primer cuarto).
A partir de ahí, la defensa visitante flaqueó más de la cuenta hasta recibir 95 puntos en los 3 cuartos restantes.
Aún así, los de Oklahoma tuvieron el empate en las manos de Durant, que erró el triple final, un Durant que se encamina hacia el título de máximo anotador de la competición. Anoche, 40 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias que no llegaron a buen puerto, como no lo hicieron los 20 tantos, 9 asistencias y 3 robos de Westbrook, los 18 tantos de Harden o el gran papel reboteador de Ibaka, Collison y el propio Durant.
Los Warriors se lucieron en el triple (12 de 21), fracasaron en el rebote cediendo 23 rechaces en su propia canasta y vivieron de su alegre ofensiva, con 27 puntos de Monta Ellis, 25 con 7 rebotes y 7 asistencias de Stephen Curry y 20 puntos, 9 rebotes y 3 robos de Reggie Williams.