Extrañísimo final en el Staples Center, donde Webster resolvió desde la línea de tiros libres lo que no fueron capaces de resolver Bryant, que regresó al juego tras descansar 2 partidos, y Fisher, y donde fue Pau Gasol el que se tuvo que jugar el triple final sobre la bocina para buscar un empate que no llegó.
Fue Gasol, sin duda, el mejor Laker con 23 puntos y 12 rebotes en un partido en el que los Blazers perdieron muy pronto por lesión a Brandon Roy. Su sustituto natural, Rudy Fernández, hizo un buen papel en la cancha para tapar el hueco de la estrella de su equipo, ayudando a que Portland diera un paso importante para evitar a los Lakers en la primera ronda del playoff.
Mientras, en Nueva York, los Knicks cayeron ante uno de los equipos que está en mejor forma a estas alturas de temporada, Miami Heat. La actuación de Sergio Rodríguez, floja. Y en el máximo duelo del Este, Orlando ganó en Cleveland aprovechando la ausencia de LeBron James.
L.A. Lakers 88 Portland 91
Preocupante, muy preocupante la trayectoria errática de estos Lakers en la recta final de temporada regular, cuando los equipos importantes deben estar ya muy finos de cara a la postemporada.
En estos Lakers, el único que parece estar fino-fino, en plena forma, es Pau Gasol y, según el día, Lamar Odom. El resto se halla en un estado preocupante. Y el que más preocupa es Kobe Bryant, al que el descanso de 2 partidos no le ha servido para atinar su tiro, que sigue en unos promedios de acierto bajísimos.
Ni siquiera supieron aprovechar los locales en la jornada dominical la ausencia durante casi todo el partido de la estrella visitante, Brandon Roy, que en la primera parte sintió un dolor muscular que le impidió seguir jugando. Apenas disputó 11 minutos.
Ello dio una importante oportunidad a Rudy Fernández, que fue quien ocupó su puesto a lo largo del partido, saliendo en el quinteto titular en la segunda parte. Al español se le vio más cómodo, hizo un buen partido, acabando con 9 puntos, 3 rebotes y 6 asistencias -fantásticos algunos de sus pases finales- en 37 minutos de juego en los que tiró poco y bien.
Pero lejos de cualquier consideración, lo más llamativo del encuentro fue su final, un final que revela el estado en el que se encuentra el equipo de Phil Jackson, ya que la victoria se les escapó de las manos por errores impropios de sus dos hombres más resolutivos en los segundos finales, Kobe Bryant y Derek Fisher.
Dominaban los Blazers 81-86 a 54 segundos del final. A una gran canasta en jugada individual de Pau Gasol había respondido el conjunto visitante con otra de Andre Miller. Hubo tiempo muerto. Las cosas para los angelinos estaban harto complicadas.
Entonces, surgió el mejor Bryant. Kobe había estado muy apagado en el partido, pero tuvo un ramalazo de su genio y en 23 segundos dio la vuelta al partido. Primero con un triple. Acto seguido, Vujacic forzó la personal en ataque de Miller. Y unos segundos después, Bryant penetraba y lograba un 2 más 1.
Con 2 jugadas fantásticas de 3 puntos -amparadas en dos grandes bloqueos de Fisher y Gasol, Bryant devolvió la delantera a los Lakers (87-86 a 31 segundos del final). A partir de ahí todo fue surrealista.
Porque surrealista fue ver fallar 2 tiros libres decisivos a Kobe cuando faltaban 6,9 segundos. El segundo error fue superado por un enorme rebote ofensivo de Gasol que pasó a Fisher dando nuevas opciones a su equipo. Hubo falta sobre Fisher a 4,7 segundos de la conclusión y el base local sólo anotó 1 de sus 2 tiros, algo sorprendente (88-88).
La siguiente jugada fue un intento triple sin posición ni demasiadas opciones de anotar de Martell Webster, pero Bryant le hizo una innecesaria falta. Y Webster anotó los 3 tiros libres sin que le temblara el pulso. Ya con la derrota en los talones, la jugada final de los Lakers para buscar el empate fue un triple sobre la bocina de Pau Gasol, que iba bien dirigido, pero se topó con el hierro.
Un Gasol que fue, de largo, el mejor local con 23 puntos, 12 rebotes, 3 tapones, 4 asistencias y excelentes porcentajes para una valoración de 38 en 40 minutos de juego. Bryant sumó 20 con 8 de 23 en el tiro, Odom se fue a 16 con 15 rebotes y Fisher a 14. El resto, desaparecidos en combate, especialmente la segunda unidad, que fue arrasada por los suplentes de Portland.
Portland, que sigue su lucha encarnizada con los Spurs y los Thunder, vio cómo perdía a las primeras de cambio a Roy y cómo Aldridge se hacía con la batuta del equipo (24 puntos y 11 rebotes). Miller sumó 15 y 7 asistencias, pero con 7 de 20 en el tiro, y Camby maravilló en los tableros con 10 puntos, 17 rebotes y 4 tapones. Pero lo que desequilibró el partido fue la suplencia de Portland, con Webster, Fernández y Bayless a gran nivel.
Los Blazers ganaron merecidamente el partido. Lo hicieron merced a una fantástica defensa que no necesitó robar un solo balón en 48 minutos para maniatar a la ofensiva local, especialmente desacertada desde el perímetro (5 de 22 triples). Y Portland, con el triunfo, da un importante paso para no enfrentarse a estos empequeñecidos Lakers en la primera ronda de playoff. Excelente trabajo de Nate McMillan.
New York 98 Miami 111
El que dio también un importante paso para alcanzar la quinta plaza del Este fue Miami, el equipo más en forma, hoy por hoy, del campeonato.
Sumaron los Heat su décima victoria en sus últimos 11 partidos y ya empatan en esa quinta posición a Milwaukee Bucks.
Superioridad de los de Florida sobre unos irregulares Knicks, capaces de lo mejor y de lo peor, aunque tendentes más a lo segundo que a lo primero.
Con Arroyo como director de orquesta, los Heat atacaron con total coherencia, anotaron más del 50% de sus tiros aprovechando la endeble defensa local y tuvieron a Dwyane Wade como líder indiscutible con 32 puntos, un Wade, por cierto, que se convirtió en el jugador que más veces ha sido titular en la historia de la franquicia, superando a Glen Rice, aquel jugador de los 90 que también militó en los Lakers.
Pero Miami no fue solo Wade. Es cierto que el escolta fue la estrella indiscutible del equipo, pero contó con muchos y repartidos apoyos en la ofensiva y la defensiva.
Así, en ataque hubo muchas manos activas. Beasley sumó 16 puntos, Richardson y Haslem hicieron 14, el segundo con 10 rebotes, y Wright y Arroyo añadieron 12 cada uno. El jugador puertorriqueño volvió a rendir a buen nivel, devolviendo la confianza depositada en él por Spoelstra. Terminó con 12 puntos, 3 rebotes, 1 tapón y 1 asistencia en 35 minutos en los que no perdió balón alguno y anotó 5 de sus 6 tiros a canasta.
Los Knicks, imprevisibles. Eso sí, McGrady volvió a ser un completo fiasco y, esta vez, Sergio Rodríguez no tuvo su día, terminando con 1 punto, 2 rebotes y 4 asistencias en 18 minutos de juego.
Lee -26 puntos y 5 asistencias-, Gallinari -19, pero con 1 de 9 en el triple-, Walker -18- y Barron -13 tantos y 12 rebotes- fueron los más incisivos de un equipo local que tan solo espera a que se acabe la temporada, una temporada más tirada por el equipo neoyorquino a la papelera.
Gana Orlando en Cleveland
Duelo máximo en el Este entre el primer y segundo clasificado, los grandes favoritos para repetir la final de conferencia de la pasada temporada. Y partido descafeinado, porque si bien es cierto que Mike Brown recuperó a casi todos sus jugadores, no lo hizo con LeBron James, que sigue descansando y no se vestirá ya de corto hasta los playoffs.
Victoria de los Magic en el Quicken Loans Arena (92-98). Unos Magic que acudieron a Cleveland con todo, sin guardarse nada.
Triunfo del equipo que mejor compartió el balón -excelente circulación que acabó con 29 tiros asistidos de los 38 que convirtieron- y que mejor supo resolver los momentos importantes del choque.
En esa faceta destacó Pietrus, que anotó sus 12 puntos de la matinal en el último cuarto. Aunque fueron Howard -22 puntos, 13 rebotes y 6 tapones- y Nelson -17 y 8 asistencias- los que lideraron al equipo a lo largo del partido.
En Cleveland, jugaron Jamison, Williams y Gibson, que habían descansado en el partido anterior. El mejor local fue Delonte West con 21 puntos y 7 asistencias, Jamison sumó 19 y Mo Williams otros 19 con 9 pases de canasta. Además, Ilgauskas cumplió de sobra en el rebote. Pero nada de ello impidió la sexta derrota en casa de unos Cavs que acaban con un balance de 35-6 como local.