El partido era intrascendente, pero al menos Charlie Villanueva se quitó una pequeña espinita. Ganaron los Pistons en Filadelfia y el jugador estadounidense de origen dominicano anotó 25 puntos en 23 minutos de juego.
También destacó su compatriota Al Horford -16 puntos y 12 rebotes-, aunque su equipo, Atlanta, cayera ante los Charlotte Bobcats.
Pero el puro espectáculo estuvo en Salt Lake City, pese a que no hubiera hispanos. Utah ganó en l prórroga 140 a 139 a Oklahoma City con polémica incluida. Deron Williams, que anotó 42 puntos, hizo la canasta de la victoria; Kevin Durant logró 45 tantos, pero terminó protestando por lo que consideraba una falta personal en el tiro sobre la bocina de la prórroga.
Philadelphia 103 Detroit 124
Algunos dirán 'a buenas horas mangas verdes'; otros se consolarán diciendo 'nunca es tarde si la dicha es buena'. Lo cierto es que Charlie Villanueva se lució ofensivamente cuando ya no hacía mucha falta, al final de la temporada, después de mucho twitear, de mucho enfadarse, de encadenar demasiadas decepciones.
Villanueva hizo un gran partido, no es mucho consuelo, pero menos es nada. Fue ante un fácil rival, en un partido intrascendente y con su equipo eliminado de la posibilidad de jugar los playoffs desde hace mucho tiempo. Al menos se dio el gustazo.
El de Queen marcó 25 puntos en sólo 23 minutos. Sus porcentajes fueron muy buenos, si bien la defensa de los Sixers fue durante todo el encuentro inexistente. Anotó 8 de sus 11 intentos en juego, incluidos 4 de 6 triples, y completó con 5 de 6 desde la línea de castigo. Además, capturó 3 rebotes, recuperó 2 balones y dio 1 asistencia. Se lució Charlie en el Wachovia Center, de eso no hay ninguna duda.
Pero el logro queda un poco minimizado si se miran algunas circunstancias. Un partido, por ejemplo, queda en entredicho cuando un jugador como Ben Wallace, compañero de Villanueva, es capaz de meter 18 puntos en 25 minutos. Esto sí que es un auténtico milagro. Stuckey sumó 24 tantos y hasta 7 pistons hicieron dobles dígitos en anotación. La victoria fue sencilla.
Y es que Detroit anotó el ¡¡¡62,7% de sus tiros en juego!!!. Una cifra que ridiculiza el trabajo defensivo del contrario. 47 de 75 fue la serie de un equipo visitante que, además, robó más balones que perdío: 14 a 10.
Los Sixers, que se hundieron en la segunda mitad (42-63), siguen dando oportunidades a sus jóvenes sin importarles los resultados. Ayer, Marreese Speights hizo 21 puntos y Jodie Meeks, 19. Estos dos chavales fueron lo único rescatable del equipo local en un partido sin historia.
Charlotte 109 Atlanta 100
Mientras que Philadelphia y Detroit suman entre los dos 50 triunfos, los equipos que ahora nos ocupan, Charlotte y Atlanta, suman 90. Ni que decir tiene la diferencia de nivel de uno a otro partido.
Aquí, además, había en juego cosas. Por ejemplo, los locales se acercaron, hasta prácticamente rozarlo, a su sueño, la clasificación para playoffs. Su victoria, unida a las derrotas de Toronto y Chicago, les coloca con un pie y medio en la postemporada.
2 equipos serios, 2 notables trayectorias y un partido extraño, pues los Hawks consiguieron sobreponerse a un inicio malísimo en el que encajaron un parcial de 34-14 en el primer cuarto.
A pesar de ellos, el Time Warner Cable Arena no fue una tumba inmediata para los Halcones, que poco a poco fueron adquirieron el ritmo necesario para estorbar a su rival a pesar de haber salido de inicio sin 2 de sus titulares, Joe Johnson y Mike Bibby.
Terminaron, eso sí, perdiendo, pero con un gran poso de dignidad. Con Maurice Evans, sustituto del ausente Johnson, como su máximo encestador con 20 puntos (4 de 7 en el triple), con Josh Smith y Jamal Crawford anotando 18 y con el dominicano Horford firmando 16 con 12 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones en otra actuación completa que en 39 minutos le dio para encestar la mitad de los 14 intentos dobles que hizo a canasta.
Charlotte, cada vez más cerca de su objetivo, vivió sobre todo de los partidazos de Gerald Wallace -28 tantos- y Boris Diaw, que se acercó al triple-doble con 17 tantos, 9 rebotes y 9 asistencias.
Locura en Salt Lake City
Todo el espectáculo de la noche estuvo en una de las ciudades más aburridas de Estados Unidos, Salt Lake City, territorio mormón.
Allí, en el EnergySolutions Arena, Utah ganó a Oklahoma City 140-139 tras empatar en el tiempo reglamentario a 129.
Partido de excesos, con 25 triples entre ambos equipos, 58 faltas personales y 78 tiros libres. Y con dos hombres por encima de los 40 puntos anotados: el local Deron Williams (42 puntos y 10 asistencias) y el visitante Kevin Durant (45 tantos, 7 rebotes y 7 triples).
A Williams le acompañaron Boozer -28 puntos y 15 rebotes-, Okur -20 y 7- y un buen Millsap desde la banca; a Durant le ayudaron Westbrook -27 puntos y 9 asistencias- y Green -20 y 7 rebotes-.
Jeff Green llevó con un triple el partido a la prórroga y en ese tiempo extra anotó a 5 segundos del final la posible canasta ganadora (138-139). Pero Deron Williams la contrarrestó a 1 segundo de la conclusión (140-139). Fue entonces cuando Durant intentó un último tiro sobre la bocina que fue taponado, aunque él y su equipo pidieron reiteradamente falta personal. Y así, con polémica, acabó esta fiesta del baloncesto.