Era la jornada ideal para que Chicago aumentara su presión a Toronto en su lucha por la octava plaza del Este. Los canadienses jugaban en Cleveland y los Bulls recibían a unos Bucks noqueados por la grave lesión de Bogut. Pero al equipo de Del Negro no le salieron las cuentas.
El primer paso se cumplió. Tal y como estaba previsto, Toronto perdió en Cleveland, aunque en la ciudad de Ohio perdiera algo más que un partido, ya que vio cómo su estrella, Chris Bosh, tomaba el camino del hospital con la cara partida. Pero el segundo paso no llegó nunca, ya que Chicago perdió en casa, de manera inexplicable ante unos Bucks que son una caja de sorpresas, todas positivas.
Ni Delfino ni Calderón destacaron en sus equipos. Mejor le fue a Sergio Rodríguez, que aportó 14 puntos en el triunfo de New York Knicks ante unos irregulares y decepcionantes Boston Celtics.
Chicago 74 Milwaukee 79
Todavía debe estar el bueno de Vinny Del Negro dándose cabezazos contra las paredes del vestuario del United Center. No es para menos, desaprovechar oportunidades como las de anoche pueden llevar a su equipo a tomar vacaciones prematuramente y quedarse sin playoffs.
Se presentaban en Chicago los Bucks de Milwaukee golpeados una vez más por el puño del infortunio. Si en la parte primera de la temporada perdieron a su gran referencia exterior, Michael Redd, por una lesión de rodilla, esta vez les tocó perder a su gran referencia interior, Andrew Bogut, que tan bien estaba jugando, por una múltiple lesión en su brazo derecho tras una espeluznante caída.
Llegaban a Illinois los de Skiles clasificados para playoffs, pero desanimados por tanta adversidad. Y sin embargo ganaron.
Lo hicieron, para más 'inri', de la mano de un ex Chicago Bulls, John Salmons, que endosó a su antiguo equipo 26 puntos para sumirlo en una extraña depresión.
Y eso que el partido empezó de forma maravillosa para los locales, que dominaron de cabo a rabo el primer cuarto. Pero un horripilante segundo les dejó a los pies de los caballos, porque en ese segundo acto los de Del Negro anotaron ¡9 puntos!. Sequía monumental, 9-28 de parcial y a partir de ahí el equipo hecho un manojo de nervios.
Tanto fue así, que permitieron ganar a un rival que anotó sólo el 36,4% de sus tiros a canasta y que erró 22 de los 29 triples que intentó.
Salmons fue el héroe visitante, pero hubo otros hombres importantes. Dos lo fueron porque desempeñaron muy bien papeles que se abrieron ante la ausencia de Bogut. Su sustituto en el quinteto inicial, el veterano Kurt Thomas, no falló y capturó 14 rebotes y el joven Ersan Ilyasova tampoco lo hizo y acabó con 17 tantos y 7 rebotes.
Un aspecto importante fue lo bien que funcionó el equipo como colectivo cuando Thomas ocupó su plaza en la pista como pívot.
Mientras, el argentino Carlos Delfino no estuvo ni bien ni mal. Cumplió en ataque y se centró, esta vez, más en tareas defensivas. Acabó con 8 puntos, 7 rebotes y 2 asistencias en 35 minutos.
En Chicago, debacle global. Deng hizo 16 puntos y 10 rebotes, Rose se fue a 12 con 11 asistencias y Noah aguantó en la lucha por los rebotes. Escasos argumentos para ganar un partido.
Cleveland 113 Toronto 101
2 minutos. Eso es lo que duró en la pista el bueno de Chris Bosh antes de que Jamison le partiera la cara involuntariamente con su codo. La estrella visitante tomó el camino del hospital y su equipo el camino de la derrota.
El partido, ya complicado de por sí, se complicó doblemente y los canadienses nunca fueron capaces de reaccionar ante tamaña contrariedad. Menos mal que Milwaukee echó un cable no muy lejos de Cleveland, en Chicago, por lo que los Raptors se mantienen octavos en el Este.
Otra vez Toronto defendió poco y mal y otra vez dio la impresión de que no está en su mejor momento. De hecho, los Cavs podrían haber ganado por lo que hubieran querido si hubieran apretado el acelerador.
De la comodidad en la que vivió de forma permanente la ofensiva local dan fe estos números: 62 puntos anotados en las cercanías del aro, un 56% de efectividad en los lanzamientos, la fantástica cifra de 38 asistencias y sólo 10 pérdidas. Un paseo triunfal en el que ni siquiera precisaron de esfuerzos mayores de LeBron James.
Esta undécima victoria consecutiva como locales de los Cavaliers tuvo como máximo artillero entre sus filas a Jamison -20 puntos-, seguido de James -19 con 13 asistencias-. Mo Williams estuvo inusualmente generoso -14 tantos y 12 asistencias-, pero el mejor de todos ellos fue Anthony Parker, que ante su ex equipo se destapó con su mejor partido de la temporada (estas cosas suelen pasar): 18 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias y 3 robos.
Los Raptors, poco convincentes. Calderón firmó por segundo partido consecutivo una actuación gris (5 puntos, 3 asistencias y 2 de 8 en el tiro en 22 minutos) y el mejor hombre de su equipo fue su suplente, Jarret Jack, brillante con 23 tantos y 6 asistencias en solo 26 minutos. Amir Johnson aportó 16 puntos y 10 rebotes.
New York 104 Boston 101
Estos Celtics no hay quien los comprenda. Irregulares, inconsistentes, caprichosos en su juego, casi irrazonables. Lo mismo son capaces de ganar a Cleveland que perder acto seguido con estos, igualmente inexplicables, Knicks de Mike D'Antoni.
Un D'Antoni que fabricó otro de esos experimentos suyos de final de temporada. Él, que puede y le dejan. Esta vez el base titular no fue ni Douglas, ni McGrady, ni Sergio Rodríguez... volvió a ser el defenestrado Duhon... Y el ala-pívot titular fue ¡Earl Barron!, un jugador que acaba de ser firmado por 10 días.
Pues bien, Duhon hizo una correcta lectura del partido y dirigió con criterio y el advenedizo Barron se marcó el partido de su vida: ¡ 17 puntos y 18 rebotes en 44 minutos!. Ver para creer.
Y el tercer máximo anotador de los neoyorquinos fue Sergio Rodríguez, que ahora, en vez de ser un base repartidor es un base anotador (ver para creer aún más). El jugador español anotó 14 puntos en 18 minutos. Hizo 5 de 10 en el tiro de campo con 3 de 7 triples. Pero en ese tiempo sólo dio 1 asistencias y su equipo recibió un parcial de -18.
Menos mal que en la agitada y surrealista vida de los Knicks hubo algo razonable. El partido lo decidió Gallinari. Fue el mejor de largo con 31 puntos y además anotó las 2 canastas decisivas.
Perdían los locales 100-101 cuando el italiano anotó a 36 segundos del final el 102-101. Acto seguido, Duhon robó un balón y el propio Gallinari cerró la noche con la canasta del 104-101.
Los Knicks se presentaron con las bajas de McGrady, Harrington y Chandler, y House no jugó.
Los Celtics, desconocidos. Anotaron casi el 55% de sus tiros y perdieron. Ray Allen hizo 17 puntos y Perkins y Garnett, 14. Rondo, mientras, no tuvo su noche.