Doble descalabro, pero con muy diversa trascendencia. Mientras que Houston hizo el ridículo ante los Pacers en un partido intrascendente, Toronto cayó en casa con los Warriors en un horrible partido de Calderón y se complica la vida de cara a clasificarse para los playoffs.
Fue el triunfo número 1.332 en la NBA de Don Nelson, que empata a Lenny Wilkens, una victoria plena de surrealismo si se analiza la última jugada del partido, la decisiva. Nadie en Toronto esperaba caer en casa ante Golden State. Y ahora Chicago les pisa aún más los talones en la lucha por la octava plaza del Este.
En cuanto a Houston, poco que decir más que se dejó la defensa en Texas y ello hizo que Indiana les pasara por encima. Scola todavía anduvo aceptable en su juego, Ariza no.
Finalmente, nos ocupamos de la victoria de Oklahoma City sobre Minnesota, sin hispanos en la cancha.
Toronto 112 Golden State 113
Los Raptors están al borde del precipicio y gustan últimamente de jugar con fuego. Pues, bueno, ayer se quemaron y la quemadura puede ser de la que es difícil de restañar. Porque nadie en Ontario pensaba que los suyos iban a tropezar en un partido tan importante para los suyos y tan intrascendente para los californianos.
Venía Toronto de ganar por los pelos y en la prórroga; esta vez perdió por los pelos y de manera surrealista. Porque el final es para verlo. El triste protagonista fue Chris Bosh, el mejor local de largo, aunque bien pudo ser el visitante Ronny Turiaf.
Bosh se marcó un partido de ensueño en ataque: 42 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias tras hacer una serie de ¡20 de 23 en el tiro libre!. Pero en el momento señalado no se sabe muy bien qué se le pasó por la cabeza.
Perdían los suyos por 110-113 cuando a 2 segundos del final Bosh dispuso de 2 tiros libres que por sí solos no iban a ninguna parte. Anotó el primero, con mano firme, y cuando todo el mundo esperaba un mal tiro intencionado en busca del soñado rebote ofensivo, el bueno de Bosh anotó el segundo tiro libre rompiendo toda esperanza local (112-113 a 2 segundos del final y posesión visitante).
Pero ahí vino la aparición de Turiaf, a quien en el saque de fondo se le nubló el entendimiento y dio el balón al rival debajo de la canasta de los Warriors, una invitación a la victoria. La pelota acabó en manos de Bosh que, sobre la bocina y bajo canasta, ¡erró el tiro!. Sólo había que ver a la estrella local tirada en el suelo, desesperado, maldiciendo su suerte. Nadie creía lo que acababa de suceder. Nelson no daba crédito desde la banca. Júbilo visitante y estupor local.
Y es que Toronto sigue en octava posición del Este con 38 victorias e idénticas derrotas y el noveno, Chicago, el que le puede dejar fuera de la postemporada, suma 37-39. A ambos equipos les restan 6 partidos de competición.
Todo empezó mal para Toronto, que en el primer cuarto ya encajó un 24 a 37, pero el equipo se rehizo en el segundo y aguantó como pudo el marcador en el tercero (79-88) para llegar a un final de infarto.
Además del portentoso partido de Bosh, destacaron Jack -19 puntos- y Bargnani a medias -18 y 9 rebotes, pero con 7 de 23 en el tiro-. El resto, salvo Amir Johnson, mal. Y Calderón, muy mal en una de sus menos convincentes actuaciones. El extremeño jugó sólo 19 minutos en los que bajo su dirección el equipo perdió por 15 puntos. Sus números: 2 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias con 1 de 5 en el tiro.
Los Warriors martillearon desde el triple a su rival (13 de 26 por 3 de 12 los canadienses) y tuvieron a 3 hombres en estado de gracia: Maggette (31 puntos con excelente nivel de acierto), el novato Curry, que destrozó a Calderón y Jack con 29 puntos, 8 rebotes, 12 asistencias, 3 robos y 5 triples y Anthony Morrow, autor de 25 tantos con 5 de 7 en el triple.
Indiana 133 Houston 102
Adelman y los suyos se olvidaron de defender y el resultado fue pésimo. Al descanso ya habían encajado 72 puntos y al concluir el tercer cuarto perdían por 26. Menos mal que el partido no tenía importancia alguna.
De la nula defensa visitante deja constancia el nivel de acierto local en la ofensiva: un 57,6% en el tiro de campo y 14 de 26 desde la línea de 3. Eso es jugar a placer.
Hasta 7 locales hicieron 10 o más puntos y 6 de ellos lograron 15 o más.
Hibbert, por ejemplo, se lució con 20 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias en solo 29 minutos. Granger hizo 18 en 22, Josh McRoberts terminó con otros 18 y 12 rebotes, Murphy con 17 y 12 capturas en los aros y A.J.Price con otros 17 tantos en 23 minutos. Un escándalo.
Los Rockets estuvieron toda la noche a merced de su rival y no se enteraron de una en defensa, aunque en ataque alguno hizo sus numeritos. Budinger sumó 17 puntos, Lowry añadió 16, el novato Jordan Hill agregó 15 y el argentino Luis Scola acabó con otros 15, a los que añadió 6 rebotes en 25 minutos de juego.
Mucho peor anduvo Trevor Ariza, que robó 4 balones, pero sólo anotó 7 puntos con 2 de 9 en el tiro en 26 minutos.
Victoria de los Thunder
En partido sin hispanos, Oklahoma City se impuso 116-108 a Minnesota sin demasiados problemas.
Los locales comenzaron con un parcial de vértigo (43-25 en el primer acto) y al descanso ya dominaban por 22 puntos de diferencia.
Su estrella, Kevin Durant, volvió a divertirse en la pista con 40 puntos y 9 rebotes (12 de 12 en el tiro libre). Jeff Green hizo 16 puntos y 10 rebotes y Russell Westbrook 10 tantos y 16 asistencias. Krstic sumó 14 y el novato Ibaka estuvo espléndido con 14 y 9 rebotes en 23 minutos.
En Minnesota, Gomes logró 22 puntos, los mismos que Flynn, mientras que Brewer consiguió 18 y Jefferson 16.