64 puntos. Esa es la cantidad de puntos que anotaron Ginóbili y Gasol en el Lakers-Spurs que acabó con victoria de los texanos en Los Ángeles. Ambos, el argentino y el español, sumaron 32 puntos, pero la última palabra la tuvo Ginóbili, que hizo 17 en el último cuarto. Esa genialidad personal hizo que San Antonio ya esté clasificado matemáticamente para los playoffs. Ahora el objetivo es evitar, precisamente, a los Lakers en la primera ronda.
Tremenda exhibición hispana. Histórica. Porque no se recuerda un encuentro de la NBA, y además del máximo nivel competitivo, en el que 2 jugadores hispanos hayan liderado la anotación de sus respectivos equipos y ambos hayan superado la barrera de los 30 puntos. Se trata, sin duda, de un momento muy especial para el baloncesto internacional y más concretamente para el hispano y los dos países que mejor lo representan por su potencial deportivo, Argentina y España.
Mientras, en duelo estelar del Este, los Celtics se impusieron en Boston a los Cavaliers a pesar de los 42 puntos de LeBron James y Orlando derrotó a Memphis, ya sin hispanos debido a la baja definitiva de Marc Gasol.
L.A.Lakers 81 San Antonio 100
El resultado final es completamente engañoso, pero ganó el equipo que lo mereció de principio a fin, pues los Spurs fueron superiores como conjunto a los Lakers sin ningún género de duda.
En los Lakers tan solo hubo un hombre, Pau Gasol, y así es difícil ganar un partido. Kobe Bryant hizo 22 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias, pero estuvo muy errático en el lanzamiento -8 de 24- y Lamar Odom atrapó 13 rebotes, pero aportó poco a la ofensiva.
El resto, una ruina. Artest fue incapaz de defender en el momento de la verdad a Ginóbili y se vio sobrepasado por el estado de gracia de un jugador que está en lo más alto de su rendimiento deportivo, siendo tal vez el hombre que en más forma esté de toda la NBA. Y la suplencia angelina, una vergüenza: 4 puntos en todo el encuentro y un reguero de dudas de cara a los playoffs. La única noticia positiva para la franquicia angelina fue el regreso a las canchas de Luke Walton.
Mientras, Pau Gasol estuvo imperial. Tal vez hizo uno de los partidos más completos que se le recuerda esta temporada en ataque, si bien sufrió mucho para parar a Duncan en el poste. Batió el español su récord anotador de la presente campaña con 32 puntos, pero es que además capturó 7 rebotes, dio 6 asistencias, puso 3 tapones y robó 2 balones. Logró encestar 13 de sus 20 tiros dobles y 6 de sus 8 sencillos en 43 minutos. Pero acabó en el banquillo, a falta de 2:31 para el final, con cara de pocos amigos, mascando una derrota que no iba con él, porque lo había dado todo en la cancha. Algo que no podían decir otros compañeros.
Los Spurs fueron otra cosa: un equipazo que se sobrepuso a serias adversidades. Y es que George Hill se lesionó el tobillo al pisar a Fisher 3 minutos antes de irse al descanso y ya no volvió, lo que dejó a San Antonio -ausente Parker por lesión- con un solo base, el escolta Manu Ginóbili (además al final del choque el pívot McDyess también acabó tocado).
Sin embargo, poco importó. Los de Popovich hicieron una labor defensiva exquisita a lo largo de todo el partido, una maravilla verles defender, y se apoyaron ofensivamente en un gran Duncan (24 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias, con 10 de 14 en el tiro de campo) y en un buen Jefferson (14 puntos y 6 rebotes). Y en Ginóbili, claro, el nuevo dios del estado de Texas.
Lo que hizo el de Bahía Blanca fue increíble. A lo largo del encuentro las metió de todos los colores, con la mano derecha, con su izquierda natural, de cerca, de lejos... y sobre todo destrozó la defensa local penetrando como un esquiador avezado de eslalon, ¡qué piernas tiene a día de hoy el argentino!.
Pero es que después llegó lo del último cuarto, que fue de traca. Mientras Jackson no dio apenas descanso a Gasol, Popovich sí administró sabiamente a su principal jugador. Y eso se notó al final del partido. Para ello, los Spurs llegaron a jugar un buen número de minutos sin un base real, con Bogans botando, y sobrevivieron.
Pero centrémonos en ese último cuarto en el que Ginóbili anotó 17 de sus 32 puntos y silenció el Staples Center.
El resultado fue engañoso porque hubo partido hasta bien entrado ese último cuarto. Los Spurs siempre habían ido por delante, pero la última reacción de Gasol y Bryant había dejado a los Lakers al borde de la remontada (69-71). Fue en ese momento, el más delicado para los Spurs, cuando Manu puso la directa y con 12 puntos en un abrir y cerrar de ojos lideró un parcial de 3-16 que dejó el marcador en 72-87 a algo más de 5 minutos del final. Él solito mató el partido. Y los tímidos silbidos surgidos en la grada contra él por un rifirrafe con Artest mediado el partido se convirtieron en un silencio sepulcral. Señal del más absoluto respeto por su juego y de duelo por el mal partido local.
Hizo todo esto Ginóbili con la marca de uno de los mejores defensores de la NBA, Artest, que acabó desesperado. Los números del argentino: 32 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en 37 minutos, con 10 de 22 en el tiro de campo (2 de 5 triples) y 10 de 11 tiros libres. Pero lo increíble fue ver cómo decidió el encuentro en un momento sin ayuda de nadie. Y su equipo ya está en la postemporada.
Boston gana a Cleveland
Antes del Lakers-Spurs, la matinal dominical había deparado un espectacular Boston-Cleveland. Ambos partidos fueron retransmitidos para todo Estados Unidos por la cadena ABC.
El equipo dirigido por Rivers se reivindicó ante todos tras los reveses sufridos últimamente ya derrotó a los Cavs por 117-113 en un partido en el que Boston hizo una primera parte perfecta (64-49, no todo el mundo es capaz de meterle 64 a Cleveland en 24 minutos). Pero los visitantes reaccionaron defensivamente en el último cuarto (19-32) y los últimos segundos del partido se prolongaron excesivamente, movidos por la emoción.
De nada sirvieron los 42 puntos, 7 rebotes y 9 asistencias de LeBron, que tuvo un pero importante, su 0 de 9 en el triple y su 14 de 22 en los libres. Y es que las superestrella no estuvo muy fina a la hora de definir el partido en el último minuto.
En la ofensiva, sólo le acompañaron Mo Williams -17 puntos tras meter los 6 tiros que hizo en el partido-, Jamison -16 y 10 rebotes- y Hickson -14 y 11-.
Boston tuvo a sus 4 estrellas bien metidas en el equipos, y es que ya se puede hablar de un 'big four', aunque nada que ver con el poderío del inicial 'big three' de hace un par de años. Ray Allen, tremendo con 33 puntos y 6 de 9 en el triple, fue el mejor. Garnett sumó 19 y 8 rebotes, Pierce hizo 16 y Rondo otros 16 con 14 pases de canasta.
Orlando 107 Memphis 92
Otro equipo grande en el Este, Orlando, resolvió la papeleta ante unos Grizzlies sin Marc Gasol, y lo hizo a pesar del mal partido de Howard.
Memphis aguantó lo suyo gracias a sus 4 hombres importantes: Randolph (24 puntos, 18 rebotes y 4 robos) fue el mejor, seguido por los Gay -18-, Mayo -17- y Conley -14-. Thabeet no anotó en 20 minutos, pero se empleó a fondo defensivamente ante Howard.
En Orlando, el mejor fue Vince Carter, que hizo un mate con giro completo en el aire y terminó con 26 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias. Lewis sumó 18 con 5 de 7 en el triple.
Y en el tercer cuarto, una tángana monumental enfrentó en la pista a prácticamente los 10 jugadores que estaban en juego. El partido acabó con 6 técnicas pitadas por los colegiados.