Tal y como sospechábamos después de verle retirarse en el encuentro ante Dallas, Marc Gasol ya no jugará más esta temporada. La lesión muscular que sufre en el lado izquierdo del cuello no acaba de remitir y en el equipo han decidido que lo mejor es que descanse.
Marc se tuvo que retirar a 8 minutos y 33 segundos del final del tercer cuarto ante los Mavericks cuando ya no podía soportar el dolor que le provocaba la lesión y que le dificulta enormemente el uso del brazo izquierdo.
“Es difícil jugar cuando no puedes levantar uno de tus brazos por encima de la cabeza”, afirmaba su entrenador, Lionel Hollins, que anunció que el jugador descansará lo que resta de temporada para tratar de lograr una recuperación completa de una lesión que le lleva molestando varias semanas y que se ha ido agravando por el empeño del catalán en ayudar a sus compañeros en este final de temporada.
“Marc es un competidor y está convencido de que tiene que jugar por responsabilidad con sus compañeros, la organización y los aficionados”, aseguraba Hollins, “Duele que no pueda jugar. Incluso con un solo brazo, cree que sería capaz de contribuir”.
El pívot español se mostraba frustrado por la situación y aceptaba a regañadientes el obligado descanso. “Es frustrante que vuelva a pasar”, decía Gasol y sobre la posibilidad de quedarse fuera lo que resta de temporada insistía en que “no lo tengo en mente”.
Pero los responsables médicos y técnicos del equipo han decidido que es mejor no arriesgarse a una nueva recaída y a que la lesión, ya de por sí complicada como todas las lesiones musculares, pueda acabar convertida en una dolencia crónica si no cura adecuadamente.
Una pena para el jugador y para los aficionados que estaban disfrutando de su magnífica temporada y una pena para los Grizzlies que pierden a unos de sus jugadores básicos y más carismáticos. “Marc es como el último guerrero”, ha dicho Hollins, “Eso merece un respeto”.