Sensacional partido el vivido en el Philips Arena de Atlanta, donde los Hawks se han impuesto en la prórroga por 119 a 114 a los Spurs de San Antonio. Las estrellas del choque, 2 hispanos. Al Horford sumó 22 puntos y 18 rebotes y resultó decisivo; Ginóbili encendió a los suyos con 38 puntos.
Además de ese espectacular duelo, los Rockets de Ariza y Scola ganaron en un extraño encuentro en el Madison de Nueva York, donde T-Mac no pudo vencer a us ex equipo y Sergio Rodríguez no jugó.
Ariza realizó un partido completísimo (24 de valoración) y Scola frenó en seco su gran trayectoria (-1 de valoración en una jornada aciaga).
Atlanta 119 San Antonio 114 (tras prórroga)
Los Spurs perdieron pese a anotar el 50,6% de sus tiros y tener a un Manu Ginóbili y a un Tim Duncan a su más alto nivel. Pero frente a esos 2 colosos, Atlanta presentó un elenco formidable de jugadores encabezados por Marvin Williams y Al Horford y en el que se incluyeron Johnson, Crawford y Smith.
El partido terminó con empate a 105 tras errar 2 tiros en la última jugada un desafortunado Joe Johnson. Y en la prórroga decidió Horford.
El dominicano estuvo inmenso: 22 puntos, 18 rebotes y 2 robos en 41 minutos, con 8 de 15 en el tiro de campo y 6 de 7 en el libre. Fue de menos a más y terminó a lo grande, porque en los minutos decisivos todo lo que se hizo bien lo hizo él.
En el final del cuarto cuarto robó un balón a Ginóbili a 58 segundos del final, anotó la canasta del empate a 105 apenas 6 segundos después y capturó un rebote ofensivo en la última jugada que posibilitó un tiro sobre la bocina de Joe Johnson que hubiera significado, de acertarlo, la victoria.
Pero es que en la prórroga decidió el choque con 6 puntos, incluida una suspensión fundamental de 4 metros (111-115 a 35 segundos del final) y 2 tiros libres a 13 segundos de la conclusión. Estuvo colosal.
Junto a él, destacaron Marvin Williams (26 puntos y 9 rebotes) y en menor medida Johnson (20 puntos y 13 asistencias, pero 8 de 23 en el tiro) y Crawford desde la banca (19 puntos, pero 7 de 18 con 0 de 6 en el triple).
El que también estuvo colosal fue Manu Ginóbili, que a diferencia de Horford empezó bien, siguió bien y terminó bien, siempre a una gran altura, pero no pudo decidir al final.
El argentino ya llevaba 18 puntos al descanso y acabó con 38, a los que añadió 6 asistencias en 45 minutos. Su protagonismo fue enorme: 12 de 26 en el tiro de campo con 5 de 11 en el triple, y 9 de 10 en los libres. Lástima que perdiera un balón y errara un tiro en la fase final del último cuarto y que en la prórroga no pudiera decidir. Pero estuvo inmenso.
Su problema fue que solo tuvo un compañero de fatigas, otro jugador inmenso, Tim Duncan, que acabó con 29 puntos y 13 rebotes. Pero el dúo fue insuficiente ante el juego colectivo de los Hawks.
New York 112 Houston 116
También fue tremendamente ofensivo el partido que en la matinal del domingo disputaron en Nueva York los Knicks y los Rockets.
T-Mac se quedó sin victoria ante su ex equipo y su compañero Sergio Rodríguez se quedó sin jugar, pasando en las últimas jornadas de la titularidad al olvido; Luis Scola se secó y tras un mes de marzo antológico se quedó sin fuelle y jugó un muy mal partido (4 puntos y 1 rebotes en 23 minutos grises), por lo que, a nivel hispano, solo quedó Trevor Ariza, que estuvo brillante y resultó vital para los texanos tras sumar 12 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias y 3 robos y meter 5 de sus 9 tiros de campo en 35 fantásticos minutos en los que alcanzó una valoración de 24.
Pero Ariza no estuvo solo. Para que Houston ganara con un partido tan pobre de Scola, precisaron los de Adelman que el resto de su maquinaria funcionara a la perfección.
Así fue, Kevin Martin produjo 28 puntos, Aaron Brook colaboró con seriedad y la suplencia ganó medio partido, con actuaciones estelares de Kyle Lowry (18 puntos), Chase Budinger (otros 18) y Jordan Hill (13). Y es que fueron muchos los que aportaron y enorme el esfuerzo de grupo, como demuestra que 33 de las 41 canastas visitantes vinieran precedidas por un pase decisivo.
En frente, los Knicks, pura locura, extrema contradicción, un equipo bipolar que lo mismo es capaz de defender a muerte en el primer cuarto (32-17), que abandonar por completo la labor defensiva en el segundo acto (32-45). ¿Con qué Knicks quedarse?.
Los neoyorquinos, cual Dr Jekyll y Mr Hyde, acabaron desquiciados, ahogados por su doble personalidad y de nada sirvieron los grandes números de algunos de sus hombres.
David Lee estuvo sencillamente fantástico, con doble 20 de impresión: 27 puntos, 20 rebotes y 6 asistencias. Y Gallinari (26 tantos) y Toney Douglas (otros 26) resultaron cruciales. Pero el nuevo base del equipo, Douglas, representó como nadie esa doble condición del equipo. Anotó 26 puntos, metió 6 de sus 10 intentos triples, pero perdió 2 balones decisivos en el último minuto del partido.
McGrady, mientras, no lo hizo mal, acabando con 15 tantos, 7 rebotes y 5 pases de canasta.
Y Rodríguez lo vio todo desde el banco, observando cómo Duhon recuperaba parte de los galones para ser ya el segundo base de la Gran Manzana. El 'Chacho' ha caído en los más profundo de la rotación y teniendo en cuenta que D'Antoni juego con 8, a lo sumo 9 jugadores...