Sólo quien ha sido padre puede entender el dolor que se siente al ver a un hijo enfermo. Más aún si esa enfermedad es grave, los médicos no son capaces, por ahora, de diagnosticarla y se trata de una pequeña de tan solo 4 años. Por todo eso está pasando Allen Iverson.
El jugador ha decido regresar a los entrenamientos con su equipo tras perderse los últimos 5 partidos y el All-Star, en el que debería haber sido titular tras una elección llena de polémica, para estar en Atlanta, ciudad en la que reside, tratando de encontrar el mejor tratamiento médico para su pequeña hija Messiah.
La polémica estrella de la NBA, padre de 5 hijos, no oculta su preocupación por el estado de su hija, aquejada de lo que podría ser una neumonía aunque los médicos no han sido capaces aún de establecer un diagnóstico definitivo, y reconoce que es lo único que ahora mismo ocupa su cabeza.
El sufrimiento de un padre
“Tengo 5 hijos”, afirmaba Iverson, “Ninguno de ellos ha estado nunca tan enfermo. Es la primera vez que paso por algo así. Me gusta verme como una persona fuerte a la hora de enfrentarme a cualquier cosa en la vida. Pero esto es una situación totalmente diferente. Te das cuenta de que no eres tan fuerte como pensabas cuando se trata de uno de tus hijos”.
Reconoce que por un lado se planteó la posibilidad de no volver con el equipo hasta que se resolviera la situación, pero por otro fue su propia familia quien le animó a hacerlo para tratar de distraer su mente de una preocupación que le obsesiona.
Aun no se sabe si Eddie Jordan le incluirá o no en el quinteto titular de un equipo que ha estado funcionando a buen nivel sin él, pero lo que ha sido siempre un problema cuando hablamos de un jugador como Iverson no parece serlo ahora. “Eso está ahora mismo muy lejos de mi pensamiento, es lo último en lo que pienso”, asegura el escolta, que únicamente quiere ayudar al equipo y no quiere dañarlo si no se siente mentalmente con fuerzas para jugar.
“Ni siquiera el hombre más fuerte del mundo podría afrontar que algo le pasara a uno de sus hijos. Adoro a mis hijos”, sentencia un afligido Iverson.