Boston no está fino. Anoche, sufrió de mala manera para imponerse en la prórroga a unos Blazers que jugaron sin Roy y perdieron a Bayless. Una situación que se agudiza si tenemos en cuenta que en los Celtics volvió Garnett. Rudy Fernández desaprovechó una gran ocasión.
El español, sin Roy y Bayless en el horizonte, disputó 35 minutos en los que no brilló. Y para más desgracia dispuso en los últimos 6 segundos de la prórroga de 2 intentos triples para empatar el partido y llevarlo a una segunda prórroga. Algo que no ocurrió.
Tampoco estuvo nada fino Villanueva en la derrota de Detroit en casa ante Indiana. Mejor anduvo Barea con Dallas, pero su equipo fracasó sin contemplaciones en Filadelfia.
Boston 98 Portland 95 (tras prórroga)
Sorprendentes, una vez más, estos Blazers de Nate McMillan, que ayer tuvieron contra las cuerdas a todo un Boston a pesar de que los locales pudieron volver a contar con Garnett (tras 10 partidos de ausencias) y los visitantes no pudieron tener a Roy.
Esa notable diferencia se agrandó cuando uno de los hombres más en forma de Portland -Bayless-, el sustituto de Roy, se lesionó nada más empezar el tercer cuarto.
A pesar de ello, el equipo no se resintió, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que ese puesto de escolta recayó en un jugador de garantías, el español Rudy Fernández. Sin embargo, lo increíble es que no se resintió el conjunto a pesar de que Rudy no estuvo lo que se dice bien.
El español desaprovechó anoche una enorme oportunidad. La ausencia de escoltas en el equipo le hizo jugar 35 minutos, pero sólo aportó 6 puntos (en 2 triples) y 5 rebotes, terminando con un 2 de 9 en el tiro. Fue una lástima, porque Fernández pudo haberse convertido ayer en el héroe de Portland.
Su gran momento llegó en los segundos finales de la prórroga, a la que se había llegado tras empatar los contendientes a 91 en el tiempo reglamentario. A 41 segundos del final, un desafortunado hasta entonces Ray Allen, enchufó 1 triple que adelantó a los bostonianos (96-95) y en una jugada posterior falló Aldridge, el rebote largo cayó en manos locales y el contraataque concluyó con canasta de Tony Allen (98-95).
Ahí llegó Rudy. En la última jugada para empatar el partido le llegó el balón a las manos y tiró un triple, algo desequilibrado, a 6 segundos del final que lamentablemente no entró. El rebote largo le llegó nuevamente a él, que estaba caído más allá del arco, y bastante hizo con atraparlo, levantarse del suelo e intentar otro triple. Obviamente, ni siquiera tocó el aro. Hubiera sido una proeza.
Pero proeza fue que Portland llegara tan lejos en el partido. Una proeza que fue posible gracias al extraordinario estado de forma de Andre Miller (28 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias) y la buena compañía de Aldridge (19 y 10 rebotes) y Wesbster (19 puntos), aunque ambos estuvieran irregulares en el tiro. Bayless, mientras, estaba haciendo un gran partido, pero la lesión quebró su ascenso.
Ese logro visitante se fraguó en el vestuario durante el descanso. McMillan debió enseñar los dientes tras haber recibido los suyos 55 puntos. Y en la segunda parte la defensa de los Trail Blazers dejó a Boston en sólo 36. Fue así como el equipo pudo sobrevivir a su pobre 38% de acierto en el tiro y a su calamitoso 5 de 25 en el triple.
Sin embargo, a pesar del estado de gracia de Miller, la victoria no fue posible. Lo impidieron jugadores como Pierce -24 puntos- o Rondo -19 y 9 asistencias-. Pero también Wallace, gran suplente, y Garnett, que aportó su granito de arena sin estar bien aún físicamente (13 puntos en 30 minutos).
Philadelphia 92 Dallas 81
No fue el día de Dalla en ataque, especialmente en la segunda parte, cuando el equipo de Carlisle se quedó en unos paupérrimos 33 puntos.
El partido, pródigo en imprecisiones en el tiro y no demasiado atractivo si se analiza el juego, supuso un respiro para unos Sixers que siguen sin situarse en la competición y un tropiezo significativo para unos Mavs que aspiran a seguir en los puestos cabeceros del Oeste.
Sorprendente resulta el triunfo de los Sixers, más aún cuando Brand estuvo espeso, Iverson se mantuvo en un tono intrascendente e Iguodala, a pesar de acercarse al triple-doble, no terminó de fabricar la ofensiva habitual en él. Fueron, por lo tanto, otros los que sacaron las castañas del fuego, especialmente Thaddeus Young -22 puntos en 25 minutos- y Marreese Speights -14-. Un ejemplo mas de cómo una buena defensa puede contribuir a tapar errores ofensivos.
Dallas, mientras, ofreció una imagen desconocida, con escasa capacidad de reacción y una intensidad muy por debajo de la habitual. Nowitzki fue su máximo encestador, pero sólo con 15 puntos, que acompañó con 8 rebotes. Gooden hizo 14 y 7 y el resto poca cosa, destacando el mal partido de Jason Terry. El equipo concluyó con un pobre 39,5% en el tiro.
En cuanto a Barea, mejoró su rendimiento aunque no fuera la mejor noche para sacar pecho. Jugó 26 minutos y fue de los jugadores más intensos del equipo texano -cometió 6 faltas-. Aportó 9 puntos y 6 asistencias. Nájera, mientras, estuvo un día más ausente y sigue sin debutar con Dallas, equipo por el que fichó hace escasas fechas.
Detroit 93 Indiana 105
Partido entre equipos ramplones del Este que volvió a demostrar que el Palace of Auburn Hills ya no es lo que era porque los Pistons de hoy ya no son lo que fueron.
Sin amenaza exterior, anotando 1 solo triple en todo el partido, Detroit arrastró un mal inicio del partido, al que sobrevivió de milagro al descanso (45-53). Pero luego vino la reanudación para dar al equipo de Kuester el golpe de gracia, alcanzándose el final del tercer cuarto con un ya concluyente 67-85. Malos tiempos en la capital del motor.
Ni con Hamilton ni con Prince el equipo funcionó. Y eso que Hamilton, al menos, cumplió de sobra en lo personal al ser el mejor artillero local con 27 puntos. Nadie le secundó, salvo el sueco Jerebko (14 tantos y 7 rebotes desde el banco, al que quedó desplazado por la presencia de Prince, que poco aportó al equipo).
Villanueva, en la línea del equipo: 3 puntos y 5 rebotes en 20 minutos en los que erró 8 de los 9 tiros que realizó.
En las filas de los Pacers, Granger sumó 25 puntos (con 14 de 14 desde la personal), Rush añadió 19 (con 5 de 8 en el triple), Murphy aportó 16 y 11 rebotes y el joven Hibbert se quedó en 14 y 7.
Tras el partido, dura pugna entre ambos equipos, pues los dos suman 15 victorias. Detroit en 42 partidos e Indiana en 43.