Los hermanos Gasol volvieron a vivir una gran noche. Ambos ganaron (los Lakers a los Knicks y los Grizzlies a los Thunder) y ambos sobresalieron. Pau hizo un último cuarto excepcional y acabó con 20 puntos; Marc brilló durante toda la noche y concluyó con 15 tantos y 13 rebotes.
Los Lakers recuperaron fuelle en su recién iniciada gira por el Este tras perder la jornada anterior ante Cleveland. Kobe y Pau se salieron en el último cuarto. Mientras, Memphis, ante un complicadísimo rival, firmó su décimo triunfo consecutivo en el FedExForum, que ya es un fortín.
En partido sin hispanos, Derrick Rose arrasó a Steve Nash en Arizona, lo que hizo que Phoenix perdiera en casa ante Chicago.
New York 105 L.A.Lakers 115
Que los Lakers anoten más de 100 puntos esta temporada es prácticamente sinónimo de victoria. Ayer volvió a suceder. Y ocurrió en un escenario siempre especial, el Madison Square Garde, en el que estuvo presente el ex presidente Bill Clinto para recabar apoyos para Haití.
Importante el triunfo de los angelinos, que están inmersos en una escalofriante gira de 8 partidos fuera de su casa. Un triunfo que no resultó sencillo, porque los 3 primeros cuartos fueron ciertamente complicados para el equipo de Phil Jackson, justo los 3 cuartos en los que Gasol no estuvo fino, porque en cuanto se conjuntaron Bryant y Gasol en el último período todo cambió radicalmente.
La primera mitad en los Lakers fue de jugadores como Artest y, especialmente, Bynum, que parecía ser el rey de la pomada, pero algo vio Jackson que no le gustaba, algo que tenía que ver, obviamente, con la triste defensa que estaba realizando su equipo. Y en la segunda parte, Artest y, sobre todo, Bynum perdieron protagonismo en detrimento de Kobe y Pau, que emergieron para cambiar el tono del encuentro en los dos lados de la cancha.
Esa decisión de banquillo implicó contar más en las segunda parte con jugadores como Odom, Farmar y Brown y hacer hincapié en la ofensiva en las figuras de Bryant y Gasol. El resultado fue que los Lakers pasaron de recibir 63 puntos en la primera parte a 42 en la segunda, y que los últimos 12 minutos fueron una muestra palmaria de superioridad visitante.
Aquí aparecen los 2 hombres. Kobe Bryant anotó 27 puntos, de los cuales 22 llegaron en una gran segunda parte. Y Pau Gasol anotó 10 de sus 20 puntos en un fantástico último cuarto en el que además aportó 5 rebotes, 2 asistencias y algunos tapones que intimidaron lo suyo. El español despertó a tiempo y fue crucial. Sus estadísticas, enormes: 20 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y 4 tapones en 41 minutos de juego, con 7 de 10 en el tiro de campo.
Phil Jackson lo tiene claro. Dio 42 minutos a Bryant, 41 a Gasol y nadie más llegó a los 30. El último cuarto atestigua lo acertado de sus decisiones en el Madison. Bryant y Gasol anotaron 23 de los 31 puntos logrados por los Lakers en el decisivo acto final (20-31) y llegaron a encestar entre los dos 18 puntos seguidos.
Con tal demostración de fuerza, el partidazo de David Lee (este hombre merece un All-Star) terminó un poco eclipsado. Lee hizo durante toda la noche mucho daño con su tiro de 4 metros y volvió a estar inconmensurable en el rebote. Sus estadísticas de las últimas semanas abruman, las de ayer son un ejemplo: 31 puntos y 17 rebotes.
Chandler hizo otro gran partido, acabando con 28 puntos y Gallinari añadió 20, destacando también los fantásticos 11 minutos que hizo el novato Jordan Hill -8 puntos y 7 rebotes-.
En los Lakers, además de Kobe y Pau, brilló Bynum en el primer tiempo (terminó el partido con 19 puntos en 26 minutos) y destacaron hombres de la segunda unidad como Farmar, Brown y Odom, que capturó 14 rebotes.
Los Lakers consiguieron así una nueva victoria, basada, esta vez, en 3 pilares: su mejora defensiva en la segunda parte, su acierto desde el triple (12 de 23) y la irrupción de Bryant y Gasol en los minutos cruciales.
Memphis 86 Oklahoma City 84
Partido entre 2 de los equipos más en forma y más sorprendentes, sobre todo Memphis, de la competición. Partido que no decepcionó a pesar de sus bajos guarismos y sus discretos porcentajes de acierto. Porque fue un encuentro duro, bonito, de playoff... con fantásticas defensas y emoción hasta el final. Ese tipo de partido en el que Marc Gasol se mueve como pez en el agua.
Estos Grizzlies demuestran cada día una mayor versatilidad, demuestran que pueden ganar partidos jugados a 120 puntos y jugados a 80. Aunque anoche bien pudieron perder.
Porque Memphis logró su décima victoria consecutiva en el FedExForum en el último suspiro. Vital en el triunfo fueron Gasol y Gay. El primero porque posibilitó que Gay tuviera el tiro decisivo y el segundo porque metió ese tiro con total seguridad.
Con empate a 84 atacaban los Grizzlies en el último medio minuto de partido para adelantarse, pero Green le puso un tapón a un muy desafortunado Mayo (5 puntos con 1 de 12 en el tiro), el balón cayó en manos de Durant, el mejor visitante, pero en ese momento Marc Gasol le robó el balón. Quedaban 19 segundos y se pidió un tiempo muerto, porque ahora la última palabra era de Memphis y no de Oklahoma City.
Esa jugada fue balón para Gay y que se la jugase. Y lo hizo de cine, con un tiro a los Kobe Bryant desde la lejanía que puso el 86-84 a 1,3 segundos del final. Luego, Durant, con un triple más que forzado ya no pudo remontar la situación.
Fue Gay el héroe del partido con 25 puntos y la canasta decisiva, aunque siga siendo el jugador que menos se ha metido en la filosofía de juego Hollins (hizo 22 tiros y no dio asistencia alguna). Más solidario anduvo Randolph, que está sorprendiendo a propios y extraños. El ala-pívot de Memphis, que como Lee merece ir al All-Star, aportó 25 tantos con 7 rebotes y 4 asistencias. Y el tercer lado del triángulo vital de los locales fue Marc Gasol, que estuvo fantástico.
A pesar de que no pudo disputar prácticamente el tercer cuarto por culpa de las personales, el pívot catalán completó un partido enorme con 15 puntos y 13 rebotes en 34 minutos. Su labor defensiva fue espléndida -el juego interior visitante no existió- y ayudó además con 2 robos -uno trascendental- y 2 tapones.
Otra buena noticia fue que Memphis pudo sobrevivir al horrible partido de Mayo y a la nula aportación ofensiva de los suplentes -2 puntos-, si bien hubo suplentes que se aplicaron en otras facetas. En ese trabajo oscuro destacaron Thabeet (0 puntos, pero 9 rebotes y 4 tapones en 23 minutos) y Tinsley (5 asistencias en 12 minutos).
En Oklahoma City, más de lo mismo. Tremendo Kevin Durant (30 puntos y 8 rebotes), aunque esta vez estuvo un poco solo, pues recibió apenas la ayuda ofensiva de Jeff Green y los excelentes minutos del jovencísimo Harden (13 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias), que sigue creciendo.
Rose se come a Nash
Phoenix vivió un hecho difícil de digerir: el joven Rose se comió al veterano Nash. Y está claro que estos Suns no son nada sin el base canadiense, que anoche no tuvo su mejor día.
Derrick Rose estuvo imperial y con 32 puntos (15 de 21 en el tiro de campo) llevó al triunfo a los Bulls (104-115), bien secundado por Deng -23- y Noah -19 y 8 rebotes-.
El partido, aún así, llegó vivo hasta los últimos minutos, pero los Suns -que anotaron un 38,5% de sus tiros- no terminaron de encontrar el camino de la remontada a pesar de ponerse a sólo 2 puntos (89-91) a 10 minutos del final tras una canasta de Dragic.
Stoudemire -23 puntos-, Grant Hill -17- y Frye -16 y 8 rebotes- fueron los mejores hombre de Alvin Gentry.