Noche de emociones encontradas. Toronto ganó de 32 puntos en Chicago y Calderón apenas tuvo que jugar. Y Portland ganó apuradamente a Houston a pesar del gran partido de Scola. Rudy Fernández no se vistió por lesión y Greg Oden se rompió para toda la temporada.
Pocas victorias podrán ser tan agridulces para el conjunto de Oregón. Roy decidió a 3 segundos del final y robó la gloria a un enorme Luis Scola, que a 9 segundos de la conclusión había anotado la cesta del hipotético triunfo para sumar 21 puntos. Pero es que el triunfo local resultó muy doloroso, como doloroso fue ver al pobre Greg Oden retorciéndose de dolor en el suelo.
A Oden se le escapa otra temporada, y ya van 2. Cuando apenas se llevaban 4 minutos de juego su rótula izquierda se quebró. Y el Rose Garden quedó mudo.
Portland 90 Houston 89
Muchas cosas que contar de un partido de corte defensivo preñado de emociones y equilibrado a más no poder. Si no, miren los parciales de los 4 cuartos: 23-23, 22-25, 23-21 y 22-20.
Por de pronto, Rudy Fernández no fue de la partida y la causa no es muy tranquilizadora, ya que parece que le han vuelto los problemas en la espalda que le tuvieron en un mar de dudas en el arranque de temporada. Y Nate McMillan dirigió al equipo antes de operarse mañana lunes de su rotura del tendón de Aquiles, por lo que será baja en los próximos compromisos.
Se quedó así el partido desde su inicio con sólo 2 representantes hispanos. Uno, Trevor Ariza, tuvo una noche para olvidar; el otro, Luis Scola, la habría tenido para recordar si no hubiera mediado un tiro de Roy al final del partido para aguar la fiesta a Houston.
Pero si el partido de Scola (21 puntos y 5 rebotes en 38 minutos) fue agridulce al yuxtaponerse su buena actuación con la derrota de su equipo, no lo fue menos la victoria de Portland, fraguada a base de un enorme sufrimiento que alcanzó su máximo nivel nada más empezar el partido, cuando el Rose Garden quedó en silencio al ver cómo el gigante Greg Oden se desplomaba sobre la pista.
Habían transcurrido 4 minutos y 15 segundos de partido cuando Aaron Brooks penetró a canasta y en el aire una de sus rodillas contactó con la rodilla izquierda de Oden. Pareció un toque liviano, de hecho en el directo apenas parecía que ambas rodillas hubieran contactado. Pero la tragedia llegó al ver cómo Oden se desplomaba como un rascacielos herido.
Fueron más de 5 minutos tendido en el suelo. El público del Rose Garden gritaba “Oden, Oden...”, porque ya intuía lo peor. Y lo peor sucedió, el que fuera número 1 del draft fue retirado en camilla sin poder levantarse por sí solo en ningún momento y se perderá lo que resta de temporada. Su rótula había cedido.
Con este más que serio contratiempo se enfrentaron los Blazers a un complicado partido con los Rockets, un partido pleno de emoción y de agresividad defensiva en el que Luis Scola se sintió como pez en el agua. Bueno, Luis Scola y Carl Landry.
Está claro que Scola y Landry, 2 de los mejores jugadores de estos Rockets, sintieron cómo la zona se espaciaba con la marcha de Oden, que en los 4 minutos que había jugado ya había capturado 3 rebotes.
Ese inmenso vacío dejado por Oden se tradujo en un dominio de la zona de la pareja Landry-Scola. El primero acabó, partiendo de la suplencia, con 23 puntos y 9 rebotes y Scola añadió 21 con 5 trasa anotar 9 de 17 en el tiro de campo. Sólo Budinger colaboró de forma eficiente en el ataque con estos 2 jugadores porque anoche Ariza estuvo negado de cara al aro: 7 puntos con 3 de 12 en el tiro en 36 minutos de juego.
Mientras, en Portland, con el trauma de la pérdida de Oden aún a cuestas, Brandon Roy y Andre Miller se echaron la ofensiva a la espalda. El primero hizo 28 puntos con buenos porcentajes de tiro, del que no abusó, y el segundo logró 24 con idéntica estrategia.
Pero aquí hubo más manos que ayudaron a los líderes. Aldridge hizo 12 puntos y 11 rebotes, Przybilla cumplió con creces su papel de sustituto de Oden y capturó 12 rebotes y Bayless añadió 13 puntos en 21 minutos.
Y precisamente los hombres más importantes -Landry, Scola y Roy- fueron los que protagonizaron el final del encuentro.
Landry fue el que mantuvo en el partido a Houston en el último cuarto y Scola el que tenía que haberse llevado la gloria de no ser por Roy. El argentino anotó un fantástico tiro a media distancia a 9 segundos del final (88-89) que parecía darle la victoria a los texanos, pero llegó Roy e hizo magia en forma de una penetración imposible de uno contra todos que acabó con rectificado en el aire y canasta a 3 segundos del final. De Roy era la gloria y de Portland, una alegría teñida de la más inmensa tristeza.
Chicago 78 Toronto 110
Los Raptors parecen reaccionar y la victoria de ayer en el United Center les coloca, a pesar de su mal juego, en el último puesto de playoff en el Este con 9 victorias y 13 derrotas, lo que nos acerca a las miserias de la conferencia oriental de esta NBA.
Ese mal juego que ha lastrado el inicio de temporada de Toronto no se vio anoche por ninguna parte en Chicago, donde el equipo de Triano ejecutó el partido perfecto, defendiendo de cine y atacando con soltura.
Desde los 146 puntos encajados ante Atlanta, el equipo canadiense parece haber reaccionado, como si ese desastre hubiera sido el revulsivo que precisaba la plantilla. Porque después vino la victoria en Washington en la prórroga y ahora la segunda victoria a domicilio, de muy distinto corte, ya que llegó desde la más completa serenidad, pues ganaron por 32 puntos y sentenciaron ya en el primer cuarto.
Ese primer acto resultó demoledor. El 17-37 de inicio sentó las bases de un triunfo más que sencillo. La diferencia se prolongó intacta hasta el descanso (44-64), momento en el que ya Bosh había sentado cátedra con 17 puntos y 8 rebotes y DeRozan y Belinelli habían brillado con 11 y 9 puntos.
A ese descanso llegó Toronto con un 56,1% de acierto en el tiro, con 14 de 14 en tiros libres y con una buena dirección de Calderón, que no tiró a canasta en los 2 primeros cuartos.
Luego llegó el tercer período, que supuso el despegue ya incontestable de los visitantes (58-87) frente a una imagen de impotencia de los locales que encarnó como nadie Joakim Noah, expulsado en este cuarto tras recibir su segunda técnica. Vamos, una autoexpulsión en toda regla.
El paseo fue de los de sombrilla y sol guiado por un mayúsculo Chris Bosh, que en 22 minutos hizo ¡25 puntos y 12 rebotes!. Tal vez fue ese incontestable dominio de la zona, no sólo de Bosh, (los locales capturaron 32 rebotes por 53 los visitantes) lo que terminó provocando la pérdida de nervios de un inmaduro Noah.
El caso es que 11 de los 12 jugadores de los Raptors anotaron y la placidez del triunfo fue tal que el titular que más minutos jugó fue DeRozan, que sólo disputó 25 para anotar 11 tantos.
Tras ese insaciable Bosh, hay que destacar la labor de suplentes como Belinelli -15 puntos-, Nesterovic -12-, Wright -10- o Jack, que dio 9 asistencias. Mientras, Calderón sumó 8 puntos y 3 asistencias en 19 minutos, con 2 de 4 en el triple, y acusó algunas molestias físicas que no parece que vayan a ir a mayores.
Chicago fue un desastre. Anotó el 39% de sus tiros, sólo acertó en 4 de sus 20 triples y en un 58,3% de sus tiros desde la personal. Sus máximos anotadores fueron Salmons y Pargo con 13 puntos.
Orlando gana en Oakland
En partido sin hispanos, Orlando se deshizo en el último cuarto de unos correosos Golden State Warriors (118-126), que no pudieron contar con Anthony Morrow por el fallecimiento de un familiar.
Los Magic, más acertados en el tiro en general y en el triple en particular, suman así su victoria número 16 en 20 partidos y empatan en el liderato del Este con Boston.
Todos los titulares de Orlando brillaron, sin que el equipo tuviera que contar con la mejor versión de Howard. El alero Carter fue el mejor con 27 puntos, 7 asistencias y 12 de 12 en el tiro libre, Pietrus sumó 22 con 4 de 8 en el triple y Lewis añadió 20.
En los Warriors, los mejores fueron Monta Ellis (33 puntos, 7 rebotes, pero otra vez errático en el control del balón, pues perdió 7) y un gran Anthony Randolph (28 tantos, 13 rebotes y 5 asistencias).