Steve Nash pudo con José Manuel Calderón y los Phoenix Suns doblegaron a Toronto Raptors, aunque lo hicieran, eso sí, en los últimos segundos y por la mínima (101-100). Mientras, los Mavericks de Barea ganaron a domicilio a los Pistons de Villanueva.
No fue una jornada, la del domingo, especialmente feliz para los jugadores hispanos, que, aunque en líneas generales, no lo hicieran mal, tampoco brillaron como otras veces.
Phoenix 101 Toronto 100
Los Suns siguen brillando con todo su esplendor, el que les otorga la sabia dirección del canadiense Steve Nash.
Esta vez sufrieron, y mucho, para alcanzar su novena victoria en 11 partidos y dejar a Toronto en perfecto equilibrio (5-5). Sufrieron porque el triunfo no lo pudieron saborear los de Arizona hasta que no sonó la bocina final.
Turkoglu había puesto un nudo en la garganta a los aficionados que se dieron cita en el US Airways Center. 5 puntos del alero otomano habían colocado por delante al conjunto canadiense (98-100) a 51 segundos del final. Pero entonces llegó un canadiense para arruinar lo que podía haber sido un gran triunfo de la única franquicia de Canadá de la NBA.
La jugada decisiva la protagonizó Nash. Con 98-100 en el electrónico se dispuso a atacar la posición de Calderón y aprovechó perfectamente un cambio de asignación que provocó el desajuste preciso: Bosh se quedó con Nash y Calderón con Stoudemire. Entonces, Nash penetró, se fue por velocidad de Bosh y Calderón le salió tarde al paso. El resultado, demoledor: un 2+1 para Nash y 101-100 a 38 segundos del final.
Ya nadie fue capaz de anotar, aunque los Raptors tuvieran el tiro ganador, que terminó errando Turkoglu a 1 segundo del final.
Fue en ese momento cuando respiró la grada, siempre alegre a cuenta de jugadores como Amare Stoudemire -que celebró su 27 cumpleaños con 30 puntos y 8 rebotes-, el propio Steve Nash -23 puntos y 9 asistencias con una actividad especial en la ofensiva, pues tiró 21 veces- o Channing Frye, que se ha acoplado perfectamente al proyecto Gentry. Anoche, 20 puntos con 6 de 8 triples.
Mientras, Toronto se guió por el infalible Bosh, que sumó su octavo doble doble con 25 tantos y 10 capturas en los tableros, por un mejorado Hedo Turkoglu (20 puntos con 4 triples) y, en menor medida, por Bargnani, que hizo 17 unidades. Marco Belinelli y Amir Johnson volvieron a funcionar desde la segunda unidad. Y Calde no estuvo mal, pero tampoco bien. Eso sí, no pudo con Nash.
El extremeño acabó con 8 puntos, 7 asistencias y 2 robos en 32 minutos, bajando el nivel que había mostrado en los últimos compromisos.
En definitiva, Phoenix sigue 'on fire', y eso que todavía tiene a Leandrinho Barbosa a medio gas.
Detroit 90 Dallas 95
Los Mavericks de José Juan Barea consiguieron triunfar en un escenario siempre difícil, como es el Palace of Auburn Hills.
Lo hicieron de la mano de Dirk Nowitzki, como cabía esperar. El alemán anotó 25 puntos, si bien tuvo que lanzar 27 veces para conseguirlos, pero lo más importante es que volvió a guiar con mano firme a los suyos en la recta final del partido.
Pero la clave del triunfo texano no estuvo tanto en Nowitzki como en la irrupción de dos piezas inesperadas en la partida. El francés Rodrigue Beaubois y el ala-pívot Drew Gooden fueron titulares y cumplieron sobradamente. El base galo aportó 14 puntos y 4 asistencias en 19 minutos con una inmaculada serie en el tiro de 6 de 6 y Gooden se fue a un doble 11 en puntos y rebotes.
No fueron, por lo tanto, los Marion, Kidd o Terry los que secundaron a Nowitzki, sino Beaubois y Gooden.
Detroit tuvo un serio problema en el tiro de 3 (2 de 13) y estuvo atascado en la circulación de balón (sólo 12 asistencias), frente a la brillantez de su rival en el control de la pelota (11 robos por sólo 7 pérdidas).
A nivel individual, los Pistons echaron de falta toda la noche a su gran referente ofensivo, Ben Gordon, que vivió una de sus peores jornadas. Y es que fue de pesadilla: 5 puntos tras encestar ¡1 de sus 16 tiros a canasta!. Erró sus 6 intentos triples.
Con Gordon molestando más que aportando, los Pistons se encontraron cou un notable problema a la postre irresoluble. De nada sirvieron los partidazos de sus dos bases: Stuckey (28 puntos) y Will Bynum, nuevamente tremendo, (27 en 29 minutos).
Sólo el dominicano Charlie Villanueva secundó, a medias eso sí, la propuesta de los dos armadores, terminando con 13 puntos y 10 rebotes en 35 minutos, en los que anotó 6 de sus 16 tiros a canasta.
En el lado contrario, el otro hispano del choque, José Juan Barea, cumplió. El base boricua hizo 7 puntos y 3 asistencias en 21 minutos de juego. Y disfrutó del triunfo.