En los que llevamos de pretemporada, el base puertorriqueño José Juan Barea ha visto crecer su presencia en pista y con ello su confianza de cara a la temporada que empieza. El jugador boricua ha disputado 80 minutos en 3 partidos. Sólo Jason Kidd y Dirk Nowitzki han jugado más.
Ese mayor tiempo de juego se ha debido sobre todo a la decisión del entrenador de los Mavs, Rick Carlisle, de jugar muchos minutos con una alineación en la que figuran tres hombres bajos. Así, Barea ha compartido muchos minutos al lado de Jason Kidd y bien el veterano Jason Terry, bien el novato francés Rodrigue Beaubois.
“Me encanta”, ha dicho Barea sobre esa situación, “me encanta jugar con otros bases al mismo tiempo. Hace el trabajo mucho más fácil para todos nosotros. El balón se mueve y eso me gusta”.
Una magnífica evolución
Barea quiere seguir la trayectoria ascendente que le ha llevado de jugar sólo 5,8 minutos por encuentro en su primera temporada a disputar más de 20 la pasada. En principio, su misión será ser el principal recambio de Kidd en tanto el joven talento de Beaubois evoluciona, pero lo cierto es que su mejor rendimiento lo obtiene cuando comparte presencia con el veterano armador de los Mavs, lo que le permite buscar más la canasta.
Este año tiene que convencer a los Mavs para que hagan efectiva la opción que el equipo tiene para que siga con ellos en 2010-11, aunque no parece que tenga que hacer mucho, porque a razón de 1,8 millones de dólares, lo que cobraría en esa temporada extra, el boricua es todo un chollo hoy por hoy dado su excelente rendimiento.
En cualquier caso, Barea no quiere pensar ahora en eso y prefiere quedarse con las buenas sensaciones que le deja su hombro izquierdo, del que fue operado a finales de mayo para evitar las dislocaciones que sufría con cierta frecuencia. “Es fantástico jugar sin dolor”, afirma, “Todavía no han desaparecido las molestias completamente, pero ya no se saldrá más de su sitio”.