La NBA ha anunciado que un total de 62 árbitros serán los encargados de sustituir a los colegiados habituales durante la pretemporada y probablemente durante el inicio de la temporada regular. A pesar de la confianza depositada en ellos por la liga, su actuación será seguida muy de cerca.
Son muchos los que han puesto en duda la capacidad de unos árbitros que en su gran mayoría carecen de experiencia en el más alto nivel y por ello, los responsables de la liga no han dudado en recordar a los equipos sus reglas en contra de las críticas a las actuaciones arbitrales, aun cuando creen que los equipos no tendrán mucho de qué quejarse.
De entre los 62 árbitros -que han participado en su propio ‘training camp’ durante el último fin de semana y recibirán 1.100 dólares por encuentro, el mismo salario que los árbitros oficiales de primer año- más de la mitad tienen experiencia en la Liga de Desarrollo (NBADL) y todos menos cinco han trabajado en las ligas de verano. Además, hay dos colegiados, Michael Henderson y Robbie Robinson, con experiencia en la propia NBA.
La contratación de estos 2 últimos ha servido al sindicato arbitral para ejemplificar el menor nivel de los árbitros contratados para sustituir a los que se han declarado en huelga. Henderson y Robinson fueron despedidos en su día por la liga por no alcanzar los estándares de calidad exigidos por la NBA a sus árbitros, pero la liga considera que sí los cumplen para formar parte de los árbitros suplentes.
La NBA veta las redes sociales en los vestuarios
Por otro lado, la liga ha enviado un memorándum a los equipos mediante el que prohíben el empleo de teléfonos móviles y otros dispositivos de comunicación, así como el de las redes sociales de internet, como Twitter, desde 45 minutos antes de cada encuentro hasta el momento en que los jugadores terminen con su responsabilidades tras los mismos, lo que incluye sus comparecencias ante la prensa.
La regla se extiende no sólo a los jugadores, sino también a los entrenadores y el resto del personal de los equipos relacionado con las cuestiones deportivas, aunque por el momento no ha especificado las sanciones en caso de incumplimiento. También ha animado a los equipos a establecer su propia política sobre el tema en lo que respecta a los entrenamientos y otros actos de las franquicias.
Fue precisamente el dominicano Charlie Villanueva quien desató el debate sobre el uso de las redes sociales tras descubrirse que se había comunicado con sus seguidores en Twitter durante el descanso de un encuentro. Desde entonces, y tras conocerse otros casos, se abrió el debate sobre el uso por parte de los jugadores de las redes sociales, cada vez más presentes en la vida cotidiana y en la propia NBA. Ahora, la liga pretende mantener bajo cierto control el uso de las mismas.