Fabricio Oberto descansa del trabajo del año en su lugar de nacimiento, Las Varillas, pero no lo hace con la tranquilidad que debiera. Esa tranquilidad no podrá llegar hasta que el jugador argentino vea cómo se define su futuro deportivo, un futuro que hoy por hoy está en el aire y que lo mismo podría definirse en los próximos días o en los próximos meses.
Los últimos días han sido para el jugador cordobés una auténtica montaña rusa. El pívot argentino fue traspasado de San Antonio Spurs a Milwaukee Bucks en el intercambio que llevó a Richard Jefferson a tierras texanas, pero acto seguido su viaje se extendió desde Milwaukee a Detroit, equipo que no tiene interés alguno, por lo que parece, en mantener a Oberto en su plantilla.
El internacional argentino tiene 1 año de contrato con los Pistons valorado en 3,8 millones de dólares, pero se trata de un contrato que está solo parcialmente garantizado.
Aparece Boston
Lo que parece una delicada situación se podría tornar en un inmejorable desenlace si se cumplen los rumores que sitúan a Oberto en la órbita de los legendarios Boston Celtics.
Según ha trascendido, Boston estaría interesado en el pívot sudamericano. El conjunto de Massachusetts querría 'pescar' en el mercado veraniego un par de jugadores, y uno de ellos podría ser un pívot. Es ahí donde entra la figura de Fabricio Oberto, un hombre interior del que tiene un buen concepto el entrenador, Doc Rivers.
Dura competencia
La competencia, de todos modos, será dura, viendo los nombres que se barajan como posibles refuerzos de los Celtics en posiciones interiores. Y es que se están mencionando jugadores con experiencia y en más de un caso con un notable currículum, pues se habla de jugadores como Rasheed Wallace, Antonio McDyess o Chris Andersen.
Lo cierto es que la perspectiva, de cumplirse, sería extraordinaria para el jugador hispano, que podría pasar de un equipo grande, San Antonio Spurs, a uno todavía más grande, Boston Celtics. Aunque en la difícil situación en la que se encuentra Fabri, se abre también la posiblidad de abandonar la NBA e intentar recalar en Europa, una opción que tampoco estaría nada mal en función del equipo en el que cayera.
Lo que está claro es que Oberto vive ahora mismo un momento de incertidumbre como colofón a una temporada que no ha sido precisamente feliz. Su equipo, San Antonio, rindió por debajo de lo esperado y la contribución personal del jugador no fue la mejor, mediatizada por los problemas físicos que sufrió, encarnados en dos episodios cardíacos leves durante la campaña que complicaron su situación en la rotación del equipo.