Apenas restan 5 días para que el Madison Square Garden de Nueva York se vista de gala para celebrar la ceremonia de elección del Draft 2009. Una ceremonia en la que finalmente no estará el venezolano Greivis Vásquez, que a última hora decidió renunciar al draft.
Pasados unos días hay que detenerse en la decisión de Vásquez, estrella de la Universidad de Maryland, y en ese análisis sólo cabe una conclusión incontestable: la del caraqueño ha sido una sabia decisión.
En una sociedad en la que se alienta la progresión celérica, los resultados inmediatos, los atajos más extravagantes y a veces más ruines, el jugador hispano ha apostado por la vía de la progresión inteligente, paulatina, la que siempre preconizó el sistema educativo y el sistema deportivo y que en los últimos lustros parece haber retrocedido lastrada por los condicionamientos económicos.
Greivis Vásquez, base de Maryland de 22 años, tiene cualidades de sobra para llegar a la NBA. Es un armador altísimo (1,98) que es capaz de dominar muchas facetas del juego. Anota, rebotea y pasa con facilidad. De hecho, en la pasada temporada esa versatilidad de su juego la trasladó perfectamente a la planilla estadística siendo el mejor de su equipo en todos esos capítulos: 17,5 puntos, 5,4 rebotes y 5 asistencias.
El base criollo penetra a canasta como pocos y sabe doblar el pase con inteligencia, es un crack en penetrar, dividir y pasar, pues posee una notable visión del juego. Además, es un 'killer', encara el aro sin dificultad, anota con una facilidad pasmosa y sabe estar a la altura en los momentos cruciales.
Pero Vásquez también tiene defectos. Su tiro exterior sigue siendo inconsistente, a pesar de que no es mal lanzador, su papel como organizador de juego aún precisa de serias mejoras -a la hora de elegir las mejores opciones, controlar el tempo del partido y no perder balones- y tiene serias dificultades para defender en individual, especialmente porque muchas veces se enfrenta a bases muchos más bajos e infinitamente más rápidos que él en los movimientos laterales.
El jugador sudamericano se inscribió en el draft para probarse y a última hora, cuando estaba a punto de expirar el plazo para permanecer en el draft o desistir en el empeño, decidió sabiamente aplazar 1 año su intento de desembarco en la NBA.
Motivaciones de la decisión
Vásquez ya lo advirtió cuando se inscribió en el draft. Lo hacía para probar sus opciones en el mercado porque siempre habría tiempo para dar marcha atrás y completar su ciclo colegial con Maryland, un ciclo universitario que abarca 4 años.
Buena parte de las previsiones colocaban al jugador venezolano en la segunda ronda del draft. Y es que este año la competencia era bien dura, no tanto por la calidad de los aspirantes, que no parece excesiva, sino por la concentración de grandes jugadores en el puesto de base, el directa competencia con Vásquez.
Pocas veces se ha visto tal profusión de bases o escoltas que puedan jugar de base en la lista: Ricky Rubio, Jrue Holiday, Stephen Curry, Jonny Flynn, Brandon Jennings, Ty Lawson... Todos estos bases estarán, si no hay sorpresas, entre los 20 primeros en la elección del 25 de junio.
Vásquez se inscribió en el draft para probarse, y desde el principio su predisposición no fue más que esa. Significativa fue su incorporación a todo tipo de pruebas con diferentes equipos desde su posición de 'Test the Waters', expresión que se refiere a aquellos jugadores que inician su carrera hacia el draft sin disponer de un agente que los mueva en el mercado.
El armador criollo probó con Cleveland, San Antonio, Washington, Portland... así hasta una lista interminable de equipos. Se vistió de corto con todos ellos, ofreció sus cualidades, analizó a sus rivales, supo de sus limitaciones y conoció en definitiva el mercado y por dónde se mueven los intereses de las franquicias. Una información valiosísima que le servirá para acometer con una experiencia impagable su presencia en el Draft 2010.
La decisión de Vásquez de no intentar el salto llegó al no ver nada claras sus opciones en el presente año y saber que el año que viene su nombre, a poco bien que lo haga con Maryland, puede escalar muchas posiciones. Y es que pocos dudan de que si Greivis brilla en su último año universitario como senior su posición en el draft 2010 le podría ubicar sin problemas en la primera ronda.
Otra razón de peso
Pero también hubo otra razón para la correcta decisión adoptada por el caraqueño. Y esa razón descansa en el alentador panorama que se le presenta a Maryland en la presente campaña. La decisión de Vásquez ha hecho enormemente feliz a su entrenador, Gary Williams, que se ve con un equipo capaz de afrontar un reto increíble: luchar para llegar lo más cerca posible de la Final Four.
Esta temporada los Terrapins ganaron 21 partidos y perdieron 14, se clasificaron para el Torneo de la NCAA (que incluye a los 65 mejores equipos de Estados Unidos), pasaron la primera ronda al eliminar a California y perdieron en la segunda al caer con los entonces subcampeones de la NCAA, Memphis.
La próxima campaña se presenta, por lo tanto, llena de posibilidades. La plantilla conserva a jugadores como Landon Milbourne, Eric Hayes, Adrian Bowie y, sobre todo, a Greivis Vásquez, la mayoría de ellos en su año senior.
Una espera inteligente
Por eso, el jugador que fue capaz de hacerle un triple-doble a North Carolina en febrero (35 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias) está dispuesto a aguardar un año, 365 días para fabricar un destino a la NBA más consistente y convertirse en el tercer jugador de su país en acceder a la mejor liga del mundo -antes lo hicieron Carl Herrera (que ganó 2 anillos) y Óscar Torres-.
Las evoluciones deportivas son así. Lo que a algunos (minoría privilegiada) les cuesta un suspiro a otros (igualmente privilegiados pero no tanto) les lleva algo más de tiempo. El ejemplo lo tenemos cercano. Greivis Vásquez y Kevin Durant fueron compañeros de instituto. El primero intentará su salto a la NBA en 2010; el segundo está ya instalado en la NBA un peldaño por debajo de las grandes figuras de la liga.
Cada progresión es un mundo y cada circunstancia personal es pieza clave a la hora de esa progresión. Lo malo es que cada vez resulta más frecuente la ascensión rápida de jugadores que no están preparados para ello.
Este año en la parte alta del draft hay jugadores que sólo pasaron 1 temporada por la universidad (Tyreke Evans, Jrue Holiday, Demar DeRozan o B.J.Mullens) y uno que al terminar el instituto se fue directamente a Europa dejando de lado cualquier aspecto académico (Brandon Jennings). ¿Cuántos conseguirán adaptarse a la NBA, quiénes fracasaran?. Es una incógnita.
La historia de Vásquez es otra. Una muy distinta y esperanzadora historia con sus luces y sus sombras, pero cargada de lógica. Ahora podrá licenciarse en Comunicación Social e intentar atrapar el éxito en la NBA con un bagaje universitario a sus espaldas. Un bagaje académico y deportivo que nunca está de más cuando el horizonte se viste de dinero.