Pocas veces se vio a un Gasol tan agresivo e intenso en el rebote como el que se está viendo en los actuales playoffs. Pero el español quiere más, quiere tener más protagonismo ofensivo del que ha gozado en los dos primeros partidos de la serie que enfrenta a Lakers y Nuggets.
La eliminatoria viaja hoy al estado de Colorado. En el Pepsi Center los Lakers intentarán recuperar ante Denver el factor cancha perdido en el segundo encuentro de la serie, un encuentro que no ha gustado nada a Gasol, como es lógico.
En un amplio artículo del prestigioso diario Los Angeles Times, el jugador catalán se queja amargamente de la escasez de balones que le llegaron durante el partido. Y es que el español acabó con 17 puntos y 17 rebotes, pero en los 44 minutos que estuvo en pista sólo pudo tirar 8 veces a canasta.
Es cierto que George Karl tiene bien estudiado el juego ofensivo de los hombres de Phil Jackson. Por ello, la ayuda de los jugadores de perímetro a la defensa del hombre alto que se ocupa de Gasol no llega cuando éste recibe el balón, sino antes de que lo reciba, con el fin de que el ala-pívot de Sant Boi no pueda jugar la bola y distribuir el juego desde el poste, ni pueda irse en uno contra uno de su defensor aprovechando su calidad técnica y su mayor envergadura.
Pero cuando se le pregunta al jugador hispano por si las defensas del rival pueden estar cercenando la conexión entre el perímetro y la zona, Gasol considera que su equipo puede contrarrestar esa situación y que para ello tiene a su disposición una buena variedad de opciones, que visto lo visto no se están utilizando.
Demanda más balones
Llueve sobre mojado. Gasol reclama un mayor protagonismo en ataque, quiere recibir más pases. Algo así ocurrió ya en la anterior eliminatoria, cuando los Lakers desaprovecharon bastante la gran ventaja de altura de Gasol y Bynum sobre Scola, Hayes y compañía una vez Ming desapareción del escenario a causa de una lesión. En el séptimo partido, Phil Jackson insistió en que había que suministrar más balones a Pau y eso fue lo que ocurrió, Gasol brilló y los Lakers ganaron con facilidad.
Pues bien, ahora pasa algo parecido. Gasol y Bynum tienen una evidente superioridad física en cuanto a altura con respecto a Nené, Martin y Andersen, pero esa superioridad sólo la está aprovechando Gasol para dominar los tableros a su antojo, que no es poco.
Jamás el internacional español reboteó con tal intensidad. Su media en los 2 partidos disputados es tremenda: 15,5 rebotes por encuentro.
Pero lo que no le gusta es que tenga que fajarse de ese modo para apenas lograr posesiones en el poste. Gasol lleva 10 de 17 canastas de 2 en la suma de los 2 partidos y en la derrota ante Denver apenas pudo tirar 8 veces en 44 minutos, sólo 3 en la segunda parte.
“Estoy jugando duro, todo lo duro que puedo. Estoy tratando de dar mi mejor rendimiento en la pista”, dice el español en Los Angeles Times, para luego añadir: “Cuando tengo el balón, trato de tomar buenas decisiones y trato de ser agresivo”.
Por esa razón, el jugador se siente legitimado para demandar más balones. Porque lo que tiene más que claro es que cuando los Lakers cargan más balones sobre el juego interior el juego general del equipo mejora, ya que surgen más opciones de penetraciones y la circulación de balón gana enteros. “La mayor parte de las veces, un montón de cosas buenas suceden cuando hacemos eso”, dice Gasol en referencia a la necesidad de mirar más hacia la pintura.
Un poco molesto
Pau muestra un cierto aire de desencanto que linda entre la desesperación y algo de resignación que de inmediato desaparece, porque resignación no es una palabra que parezca estar en su vocabulario.
“No sé que más debería hacer”, advierte cuando se le pregunta por la falta de suministro de balones por parte de los jugadores exteriores. Y es que Gasol se declara un poco frustrado por la situación porque siente que está desperdiciando sus centímetros ante Nené y Martin.
En unas horas llegará el tercer encuentro de la serie, el primero que se disputará en la Ciudad de la Milla de Altura, Denver. Y Gasol no tiene dudas: “Ellos tendrán mucha energía extra en su casa”. Por ello, cree que la única respuesta posible de los Lakers si quieren ser competitivos es jugar con mayor intensidad, dureza y agresividad que en el último partido disputado, que se saldó con una dolorosa derrota.