El culebrón en que se ha convertido en las últimas semanas la vida privada del jugador alemán de los Mavericks Dirk Nowitzki tras la detención de la que se supone su novia, Cristal Taylor, promete dar mucho que hablar en los próximos meses.
Por ahora, el jugador guarda silencio, pero la que no lo ha heho ha sido la propia Taylor que permanece en la cárcel de Beaumont acusada de no pagar servicios por un valor de 10.000 dólares a un dentista y violar la libertad condicional en que se encontraba.
Taylor ha confirmado, en una entrevista telefónica desde la prisión, que ambos llevaban viviendo juntos 2 años, estaban prometidos y pensaban casarse el próximo 18 de julio y asegura que ha sido el entorno del jugador -y en particular, Holger Geschwindner, el que fuera entrenador en Alemania de la estrella de los Mavs- quienes le han vuelto contra ella.
También afirma estar embarazada de “entre 4 y 4 semanas y media”, algo que las autoridades no pueden confirmar ya que la ley les impide divulgar cualquier tipo de información médica de los reclusos.
No hay interés económico, sólo amor
“Conozco a Dirk desde hace 7 años”, afirma Taylor quien asegura que en un principio no le habló al alemán de su pasado por miedo aunque el jugador sí que supo con posterioridad de sus arrestos en el pasado.
Según ella, buena parte de lo que se ha publicado sobre su vida estos días en la prensa no es verdad y dice sentirse dolida por el hecho de que Nowitzki no se haya puesto en contacto con ella, ni directa ni indirectamente, desde que está en la cárcel y que incluso haya cambiado sus números de teléfono para evitar que ella pueda contactar con él.
“Están actuando como si hubiera matado a alguien”, dice Taylor al ver todo lo que se publica en la prensa sobre ella y niega que en su relación con el jugador alemán haya otra cosa que no sea amor. “Estaba a punto de firmar, y todavía firmaría, un acuerdo prenupcial que dice que no me llevo nada y que cualquier hijo futuro no se llevaría nada del dinero de Dirk.”, asegura en sus declaraciones.
Taylor permanece en la cárcel, al no poder pagar la fianza impuesta por los tribunales, y entre tanto, Nowitzki y su entorno guardan un silencio absoluto sobre el tema sin querer aclarar la relación que une a ambos. El jugador ya afirmó en su día que no hablaría a la prensa de su vida privada.