Los Lakers son finalistas de la Conferencia Oeste. Su trabajo les ha costado. No ha sido hasta el séptimo partido cuando los angelinos han podido desembarazarse de unos rocosos Rockets, que no pudieron contar con Yao Ming en los últimos 4 enfrentamientos. El español Pau Gasol fue el jugador decisivo en el choque crucial con 21 puntos y 18 rebotes.
El equipo de Phil Jackson no se anduvo con tonterías y puso la directa desde el inicio. Su primera parte fue arrolladora a base de una defensa sobresaliente y un gran control del ataque. En esa primera mitad las dos piezas claves de los Lakers fueron sus dos jugadores hispanos: Gasol y Ariza, que acabó el partido con 15 puntos y 5 rebotes. Y es que los locales ni siquiera precisaron de la mejor versión de Kobe Bryant, que sólo hizo 14 unidades en todo el partido.
Los Rockets se sintieron sobrepasados, especialmente en los tableros, donde fueron arrasados. No fue la mejor jornada de Luis Scola, a pesar de que fue el jugador visitante con más coraje, más fe en sus posibilidades y más brega en sus piernas. Lástima que no todos sus compañeros compartieran tal pasión competitiva.
L.A. Lakers 89 Houston 70 (4-3)
Restaban 3:34 para el final del partido cuando Phil Jackson decidió sustituir a Pau Gasol. Los Lakers dominaban 87-58, todo estaba más que decidido y el jugador español había sido el santo y seña de la crucial victoria. Entonces, el Staples Center al unísono despidió al ala-pívot catalán con una estruendosa ovación, signo de total reconocimiento a su labor. Y es que la matinal del domingo fue para Gasol una matinal muy especial.
Era su partido. Ya lo había avanzado su entrenador al asegurar horas antes que jugarían más con Gasol porque había que aprovechar la superioridad de centímetros y kilos en el juego interior. Y esta vez se comprobó con la máxima virulencia posible los estragos que ha hecho en Houston la ausencia de Yao Ming.
Los hombres interiores de Los Angeles apabullaron a sus rivales. Gasol hizo 21 puntos, 18 rebotes y 3 tapones en 41 minutos memorables, pero es que un cada vez más recuperado Bynum se fue hasta los 14 tantos y 6 rebotes en 23 minutos. El dominio del rebote de los Lakers resultó abrumador. Los números no mienten: 55 rebotes locales por 33 visitantes. Los angelinos capturaron en su aro la friolera de 42 rebotes por 5 del rival. Y todo ese contundente poder se trasladó también al aspecto intimidatorio: 10 tapones locales por 3 visitantes.
Todo ese poderío se fraguó desde el primer momento, y ahí entra con letras de oro el otro hispano de los Lakers, Trevor Ariza, que hizo una primera parte espléndida siendo el jugador que abrió el parcial inicial con su acierto.
Si el sexto encuentro comenzó en el Toyota Center con un parcial de 21-3 a favor de Houston, el séptimo lo hizo con un no menos grosero 17-4 para los Lakers.
El primer peldaño fue el 8-0 inicial en el que dos jugadores de habla hispana fueron la cara y la cruz de la moneda. La cara la puso Ariza, que anotó 6 de esos 8 puntos iniciales; la cruz fue para Scola, que cometió una falta a los 18 segundos de empezar, fue taponado momentos después por Gasol y más tarde perdió un balón. A ese balón perdido por el argentino se sumó otro cedido por Brooks. El resultado: un 8-0 con el que empezar a andar. Una muy mala señal.
Ese 8-0 se agrandó hasta un 17-4. Los Rockets erraron sus primeros 12 tiros a canastas, no anotaron sus primeros puntos -que fueron tiros libres- hasta transcurridos 5 minutos y 7 segundos y no consiguieron su primera canasta en juego hasta que se habían disputado 7 minutos y 15 segundos de partido. Un despropósito ofensivo que cuando perdían por 17-4 se traducía en una serie de 1 canasta de 14 lanzamientos.
A pesar de tamaño desastre en el ataque, el buen oficio defensivo de los de Adelman capeó como pudo el temporal, llegándose al fin del primer cuarto con un resultado de 22-12. Lo malo para los Rockets es que su ataque no mejoró mucho en el segundo cuarto, donde anotaron 8 de 20 tiros (en el primero hicieron 5 de 20). Y los Lakers alcanzaron el descanso con un contundente 51-31, mostrando que cuando se aplican con intensidad pueden defender como los mejores equipos defensivos de la NBA.
Para entonces, el mundo hispano era una fiesta en el bando californiano. Ariza se fue a los vestuarios con 13 puntos y 4 rebotes y Gasol con 11 tantos y ¡12 rebotes!, un doble-doble en apenas 20 minutos de juego.
En Houston, Brooks, Artest y Battier no carburaban. Y si el juego exterior era incapaz de anotar, el interior era incapaz de defender con solvencia la amenaza angelina. La cosa pintaba muy mal para los texanos.
El tercer cuarto fue un período en el que el intercambio de canastas jugó a favor de los de casa, que vieron pasar los minutos conservando su ventaja de 20 puntos en el marcador.
Llegado el ecuador, Ariza y Bynum fabricaron un espectacular alley-oop y acto seguido el propio Ariza colocó un 63-39 demoledor en el luminoso. Para entonces casi todos los jugadores de los Rockets tenían ya cara de perdedores. Todos menos Scola.
Brooks anotó un par de triples para mantener la esperanza viva, pero en realidad el único que conservaba la fe era Scola, que seguía luchando como si el marcador estuviera parejo. Se fajó como un poseso el argentino y así da gusto presenciar un encuentro. Los comentaristas estadounidenses bien lo resaltaban. Y es que si los compañeros de 'Luifa' hubieran tenido la mitad del espíritu combativo del ex del Tau otro gallo hubiera cantado. Al menos, los Lakers no se hubieran paseado de tal modo.
El final de ese tercer cuarto se convirtió en un festival de pases errados, velocidad sin control y pasión, mucha pasión, sin cabeza. Una lástima. Para entonces Yao Ming bostezaba en el banquillo a sabiendas de que todo estaba perdido. Y comenzó el último acto con 69-50 en el marcador.
Ese último acto fue el de la eclosión definitiva del que ya por entonces era el hombre del partido. Pau Gasol desprendía con su juego alto voltaje. Su poderío en la pintura resultaba incontestable y su superioridad abrumadora. Scola lo ponía todo sin suerte y sin ayuda (11 puntos con 4 de 12 en el tiro); Gasol desbordaba, estaba que lo vertía, y sus compañeros le buscaban una y otra vez.
Con Bryant en la banda, los Lakers se fueron más y más. Vujacic hizo un par de jugadas brillantes, Gasol se marcó otras dos y con Kobe ya en cancha los Lakers alcanzaron su máxima ventaja (89-58). A partir de ahí todo fue maquillaje. Salieron los suplentes más suplentes de ambos equipos y en los 3 últimos minutos un parcial de 0-12 esculpió el resultado final (89-70).
Así terminó esta extraña serie, con una defensa espectacular de unos Lakers que han ejercido de Jekyll y Hyde según han jugado en casa o fuera. Porque estos Rockets, cargados de orgullo, no han dado su brazo a torcer a pesar de jugar sin Ming y sin McGrady. Ahora, tras esta bizarra batalla, los Lakers vuelven a ser favoritos para luchar por el título. Con el permiso de los Cavs.
Los números:
- L.A.Lakers: Gasol 21 pt, 18 reb y 3 tp; Ariza 15 pt, 5 reb y 2 tp; Bynum 14 pt y 6 reb (6 de 7 tc); Bryant 14 pt, 7 reb, 5 as y 3 rob (4 de 12 tc).
- Houston: Brooks 13 pt y 5 perd. (4 de 13 tc); Scola 11 pt y 6 reb (4 de 12 tc); Wafer 10 pt en 16 min; Hayes 8 pt, 5 reb y 5 rob.
- Los Lakers alcanzan su sexta final de conferencia en la era Phil Jackson-Kobe Bryant.
- Los locales atraparon 55 rebotes por 33 de los visitantes (42-5 en el tablero de los Lakers y 28-13 en el de los Rockets).
- Los Lakers ganaron a pesar de que en la segunda parte robaron 3 balones y perdieron 14 y pese a que sólo asistieron en el partido 16 de sus 35 canastas.
- Battier, Artest y Landry sumaron 14 puntos tras lograr 6 canastas de 26 intentos.
- Houston no pasó en ningún cuarto de los 20 puntos.