Los Celtics sufrieron y mucho para conseguir su primera victoria en la eliminatoria que les enfrenta a los Bulls. Tuvieron que remontar 5 puntos de desventaja en poco más de 2 minutos para evitar una segunda derrota que hubiera sido desastrosa. Además, Leon Powe se tuvo que retirar lesionado, una lesión que puede ser de importancia.
Allen pasó, de un partido a otro, de ser el peor a ser el mejor anotador y Rajon Rondo fue el alma del equipo y sumó un triple-doble espectacular. En los Bulls, no fue esta vez Rose sino Gordon quien realizó un estratosférico encuentro para terminar con 42 puntos y 6 triples anotados.
Boston 118 Chicago 115 (1-1)
Angustia. Esa es la sensación que tuvo ayer la afición de Boston hasta que sonó la bocina que anunciaba el final del encuentro. Una angustia que alcanzó su momento álgido a poco más de 2 minutos del final cuando, con los visitantes 5 puntos arriba (104-109), la idea de una segunda derrota en casa empezó a rondar la cabeza de los espectadores del Garden y paralizar sus corazones.
Sólo la aparición, y el acierto, en esos 2 últimos minutos de los 3 mejores hombres de los Celtics a lo largo de la noche –Allen, Rondo y Davis- permitieron salvar una situación más que complicada. Esos minutos finales fueron una lucha entre los 3 citados y Ben Gordon, que fue la principal referencia ofensiva de Chicago en el partido y la única en los instantes finales.
El encargado en último término de deshacer el nudo que atenazaba las gargantas de la grada del Garden no fue otro que Ray Allen, quien a sólo 2 segundos del final anotó la canasta que dio la victoria a los locales. El escolta salió especialmente motivado tras su flojísimo primer encuentro de la serie y terminó siendo el mejor anotador de los locales, 30 puntos, con una puntería excelente desde la larga distancia, 6 de 10. Una actuación en el polo opuesto de la que tuvo en el encuentro anterior.
Pero si Allen fue el protagonista último de la victoria, Rajon Rondo fue el principal responsable de que lo pudiera ser. El base anotó 2 canastas y asistió las otras 3 anotadas por sus compañeros en los últimos 2 minutos y 18 segundos, incluidos los 2 triples que Allen anotó en los últimos 25 segundos.
Su labor no sólo resultó decisiva en el desenlace sino a lo largo de los 48 minutos, en los que anotó 19 puntos, dio 16 pases de canasta, capturó 12 rebotes y recuperó 5 balones. Además de esas espectaculares cifras de triple-doble, saldó, como Allen, sus cuentas pendientes del primer enfrentamiento al realizar un gran trabajo defensivo sobre Derrick Rose, después de que el novato le desbordara por completo en su primer cara a cara.
En el equipo contrario, frustración por perder en el último instante una victoria que podía haber resultado decisiva y que se les escapó por permitir demasiadas segundas oportunidades a los Celtics. Sobresaliente Gordon, 42 puntos y 6 triples, y buena labor del veterano Brad Miller desde el banco.
Un banco, el de Chicago, que aportó bastante más que el local (nadie superó los 3 puntos ni los 2 rebotes entre los suplentes de Boston), condicionado éste por la mala noticia del día para los locales, la lesión al comienzo del segundo cuarto de Leon Powe que se hizo daño en su rodilla izquierda, una lesión cuyo alcance aún no se conoce pero que, en palabras de su entrenador, “no pinta bien”. Una dificultad más en una eliminatoria que se empieza a antojar muy, muy complicada para los actuales campeones.
Los números:
- Boston: Allen 30 pt y 5 as (6 de 10 t3); Davis 26 pt y 9 reb; Rondo 19 pt, 16 as, 12 reb y 5 rob; Pierce 18 pt y 8 reb; Perkins 16 pt y 12 reb.
- Chicago: Gordon 42 pt (6 de 11 t3); Salmons 17 pt (6 de 17 tc); Miller 16 pt y 9 reb; Noah 13 pt y 8 reb; Rose (10 pt, 6 reb y 7 as).
- Los Celtics capturaron 50 rebotes (21 ofensivos) por 36 de los locales.
- Boston sólo anotó el 68% de sus tiros libres.