Malos tiempos para Fabri. El pívot argentino vive sus peores días desde que superara su año de novato en la NBA. La llegada de Drew Gooden a los Spurs ha colocado a Oberto en el fondo de la rotación de Gregg Popovich. Y no parece que la cosa vaya a mejorar en lo que resta de temporada.
La campaña actual no está siendo nada fácil para el jugador de Las Varillas. Oberto empezó ya mal cuando a pocas horas de iniciarse la temporada sufrió una fibrilación auricular, una leve alteración de su ritmo cardíaco que le relegó de la rotación dejándole fuera de juego durante los primeros partidos. No era la primera vez que le sucedía, ya en 2007 tuvo un episodio semejante, y aunque no se tratara de una dolencia importante, le impidió empezar la temporada al mismo ritmo que sus compañeros.
Luego, la participación en el juego de Oberto fue irregular. Su aportación como titular no llegó a convencer a Popovich y en un momento dado Matt Bonner le arrebató la titularidad, una titularidad que ya no ha recuperado.
Nuevos obstáculos
Más tarde llegó la puesta a punto de Kurt Thomas, un muy serio rival en el juego interior que le restó minutos de juego, pero la puntilla ha sido la llegada de Drew Gooden hace unas semanas.
Oberto estaba en boca de muchos como posible objeto de un canje múltiple antes de que se cumpliera el plazo para los traspasos -19 de febrero-. Finalmente, el pívot cordobés no se movió de San Antonio, pero hasta Texas llegó otro rival de cuidado en las posiciones interiores, Drew Gooden.
Lo hizo de una manera indirecta. Salió de Chicago para recalar en Sacramento, pero aquella fue una estación de paso efímera y tras jugar un solo partido con los Kings acabó en San Antonio.
Fuera de la rotación
Fabricio empezó como titular, perdió ese privilegio y ahora ha salido incluso de la rotación, es decir, ha pasado de ser titular a no jugar.
La incorporación efectiva de Gooden hace unos días ha coincidido con las molestias que arrastraba el jugador argentino en una mano, ya que se rompió a finales de febrero el pulgar de su mano izquierda. Pero dejando a un lado esa molestia, lo que está claro es que ahora mismo Oberto es el quinto jugador alto de San Antonio. Tiene por delante a Tim Duncan, Matt Bonner, Kurt Thomas y Drew Gooden. Su posición es muy delicada, y no olvidemos que el jugador hispano está a punto de cumplir los 34 años (los cumple el 21 de marzo).
Oberto promedia 9,5 minutos de juego en los 6 encuentros que ha jugado en marzo, un tiempo de acción que le retrotrae a su temporada de debut en la NBA, la 2005-2006, porque Fabri llegó a Estados Unidos cumplidos los 30.
Pero ese promedio es hoy por hoy irreal, pues en los 2 últimos partidos el argentino ni siquiera ha pisado la cancha. Gooden jugó ante Houston (14 de marzo) y Oklahoma City (día 16) 15 minutos por noche y Oberto no se levantó de la banca.
Con anterioridad tampoco había jugado mucho. Incluso en un partido, el 10 de marzo ante Charlotte, su tiempo de juego quedó reducido a unos ridículos 2 segundos. Entonces, el argentino, que guarda un prudente silencio, ya intuía lo que se le venía encima.
Popo habla de Oberto
A finales de febrero, el técnico de los Spurs, Gregg Popovich, hablaba de la importancia de Oberto, pero cada día que pasa esa importancia pierde peso. En declaraciones al diario argentino La Voz del Interior, el entrenador alababa el trabajo de su jugador, señalaba su importancia, pero no engañaba a nadie cuando se le hablaba sobre su rotación en el juego interior. "Matt Bonner está atravesando una temporada fantástica y es un tirador muy importante, además de darnos mucho en defensa".
Después advertía de que Kurt Thomas también había aprovechado muy bien sus minutos y por eso estaba contando con su confianza.
Hasta ahí todo normal. Pero lo que no dijo Popovich es que el equipo está intentando renovar su sangre, porque la plantilla era demasiado veterana. Los ejemplos están claros: Udoka en el puesto del veterano Bowen, Mason en el de Finley... y ahora Gooden en el de Oberto. No hay que engañarse.
El internacional argentino va a cumplir 34 años y le resta de contrato esta temporada (3,6 millones de dólares) y la siguiente (3,8), aunque la próxima campaña no tiene el salario garantizado, por lo que su equipo le podría cortar en determinadas fechas pagándole sólo una parte de su contrato. No sabemos lo que ocurrirá con Oberto el próximo año, pero lo que está claro es que, dada su edad, su futuro en Texas tiene los días contados.