Los aficionados de los Celtics no podrán ver en pista en el mes de marzo a uno de los jugadores más carismáticos y queridos por la afición, Brian Scalabrine. Al ala-pívot del conjunto de Boston le ha sido diagnosticado un síndrome posconmocional y tendrá que guardar reposo.
El diagnóstico de la dolencia de Scalabrine se ha producido tras varias pruebas a las que el jugador ha sido sometido esta semana como consecuencia de los síntomas que presentaba tras las 3 conmociones cerebrales que había sufrido en menos de un mes.
El síndrome posconmocional es una dolencia que a día de hoy sigue generando muchas discusiones médicas y que engloba una serie de síntomas variados aparecidos a consecuencia de un previo traumatismo craneal leve.
Las conmociones reiteradas sufridas por diversos jugadores esta temporada -como el propio Scalabrine, Gerald Wallace o Trevor Ariza- han generado preocupación en la NBA, donde el juego cada día más físico ha disparado la presencia de este tipo de lesiones.
Algunos médicos de los equipos de la NBA se han visto obligados a consultar el tema con sus colegas de la liga de hockey (NHL) donde esta dolencia es mucho más frecuente y especialmente vigilada por la liga tras los casos de varios jugadores, incluidas algunas estrellas, que han terminado ‘sonados’, un término que hasta hace poco parecía exclusivo del boxeo.