El escolta de los Boston Celtics Tony Allen será operado hoy del pulgar y se perderá con casi toda seguridad lo que queda de temporada regular. La baja de Allen, unida al reciente traspaso de Cassell, deja el banquillo de los Celtics corto de efectivos en las posiciones más exteriores.
Allen se lesionó durante un entrenamiento a comienzos de la semana pasada y sufre una rotura del ligamento colateral cubital, situado entre los dedos pulgar e índice, una lesión conocida comúnmente como pulgar del guardameta o pulgar del esquiador. Se espera que esté de vuelta para los playoffs aunque habrá que ver cómo evoluciona la lesión.
El general manager de los Celtics, Danny Ainge, ha afirmado que el equipo no tiene planes de realizar, de forma inminente, ningún movimiento de jugadores aunque están abiertos a cualquier posibilidad que permita reforzar su banquillo.
Las 2 posibilidades que más se barajan son la incorporación de un veterano que refuerze las posiciones interiores, en un papel similar al de P.J. Brown la temporada pasada, o la de un jugador de la Liga de Desarrollo que supla temporalmente, con contratos de 10 días, la ausencia de Tony Allen en el juego exterior.