La preocupación de Gregg Popovich por el estado físico del argentino Manu Ginóbili tras el parón del All-Star no era infundada. Los tobillos del jugador de Bahía Blanca van camino de convertirse en su punto débil y esta vez será el derecho el que le obligue a estar de baja entre 2 y 3 semanas, según estimaciones de los médicos.
Las continuas molestias que venía sufriendo el escolta de los Spurs en su tobillo derecho y que no remitieron a pesar del descanso de 4 días que trajo consigo del All-Star, motivo de la preocupación de Popovich, han terminado por ser algo más.
Como se suele decir hay una noticia buena y una mala en el parte médico del argentino. La buena es que el tobillo lesionado no es el mismo del que tuvo que ser operado este verano tras disputar la Olimpiada de Pekín, lo que descarta complicaciones en el mismo. La mala es que se trata del otro tobillo, lo cual tampoco es buena señal en una temporada que está siendo aciaga para Manu en el terreno físico.
Los médicos han diagnosticado una lesión por una reacción de estrés en su tobillo derecho, no se sabe si como respuesta a una sobrecarga debida a la tendencia instintiva a proteger su otro tobillo, tras realizarle una resonancia magnética y un TAC.
La ausencia del argentino es una baja muy sensible en los Spurs cuando comienza la recta final de la temporada regular. Los problemas físicos han hecho perderse un buen número de partidos a Ginóbili en lo que llevamos de temporada y le han impedido tener continuidad y rendir al nivel de temporadas anteriores. Aun así, en los 38 partidos que ha disputado ha promediado 16,1 puntos –tercer mejor anotador del equipo-, 4,7 rebotes y 3,5 asistencias.