El pívot de los Knicks Eddy Curry ha viajado a Chicago para estar con su hijo de 3 años con el permiso de la franquicia para permanecer allí el tiempo que sea necesario. El hijo de Curry, Noah, fue testigo el pasado sábado del asesinato de su madre, Nova Henry, una ex novia del jugador, y su hermana Ava, de tan sólo 9 meses, en un supuesto caso de violencia doméstica.
El pequeño fue encontrado por la policía en el apartamento donde sucedieron los hechos cubierto de sangre de las víctimas, aunque él no sufrió herida alguna. Aunque Curry no ha hecho declaraciones, personas cercanas al jugador han afirmado que éste se encuentra muy afectado por lo sucedido y que deseaba estar con la familia de las víctimas y en especial, con su hijo, después de tan traumática experiencia.
Quien sí ha hecho declaraciones ha sido el presidente de los Knicks, Donnie Walsh. “Entendemos que es una situación muy difícil de afrontar”, dijo ayer, “que esto trasciende el baloncesto y cualquier otra cosa y que debería tomarse el tiempo que necesite. Nosotros apoyaremos lo que decida”
Curry estaba intentando volver al equipo estos días atrás, aunque los problemas sufridos en su rodilla derecha no parecían haber desaparecido del todo.