Parece que el mexicano Eduardo Nájera podría empezar a asentarse en la rotación de su nuevo equipo, los Nets de Nueva Jersey. Y es que todo apunta a que su entrenador, Lawrence Frank, le va a hacer avanzar en la rotación a costa del novato Ryan Anderson.
Ya lo hizo en el último encuentro, el que los Nets disputaron el miércoles en Detroit. En dicho partido, Ryan Anderson se vistió pero no abandonó el banquillo en ningún momento, mientras que el alero mexicano disputó 15 minutos, 6 por encima de su media y mucho más de lo que venía jugando últimamente. El objetivo de Frank no era otro que mejorar la capacidad defensiva de su equipo.
Nájera no va a ganar minutos jugando de alero, sino que lo va a hacer jugando de ala-pívot. Tiene cuerpo para ello y aptitudes y actitudes defensivas. Sería, por lo tanto, el primer sustituto del chino Yi Jianlian.
De este cambio de rotación efectuado por Frank se ocupa el diario New York Post, que destaca dicha novedad y la enmarca en la necesidad del equipo de adquirir una mayor dureza y un grado mayor de implicación defensiva. Y es que el juego de Nájera no tiene mucho que ver con el juego del novato Ryan Anderson.
New Jersey Nets perdió en Detroit, tal y como cabía esperar, pero opuso una seria resistencia y mejoró bastante atrás (83-75), y Nájera, aunque apenas participó en la ofensiva (2 puntos), defendió con notable agresividad, robando incluso 3 balones en sólo 15 minutos.
Fiel a su estilo
En declaraciones al New York Post, el alero de Chihuahua asegura sobre su actuación ante los Pistons que “ése es el modo en el que he jugado los últimos 8 años, no necesito cambiarlo”.
El veterano jugador cree que su equipo tiene que mejorar defensivamente. “Me parece que hemos estado haciendo muchos errores. Con un poco de suerte, podemos hacer las jugadas correctas y terminar con esos errores defensivos”.
Nájera ha tenido un inicio de temporada frustrante. Llegaba a un nuevo equipo y su adaptación no ha podido ser más complicada, ya que una lesión de muñeca le ha tenido bastante tiempo apartado de las canchas, lo que le ha llevado al fondo de la rotación en un equipo muy joven al que debe aportar experiencia.
Anderson baja su rendimiento
Habrá que ver si este ascenso de Nájera en la rotación tiene continuidad. Lo que está claro es que el paso hacia delante del mexicano ha coincidido con un bajón en el rendimiento de Anderson. El novato había empezado muy bien la temporada, pero en los últimos partidos, acosado por problemas en la espalda, ha jugado muy discretamente.
Ese bajón se ha notado principalmente en su porcentaje de tiro, que se ha venido abajo. En los últimos 7 partidos ha anotado 6 canastas de 31 intentos, es decir, menos del 20% de sus lanzamientos a canasta.
A pesar de ello, el ala-pívot blanco formado en California lleva buenos números una vez superado el primer tercio de la temporada regular. A sus 20 años, Ryan Anderson promedia en los 29 partidos que ha jugado 6,5 puntos y 3,9 rebotes en 17 minutos de juego.
Sus buenos números contrastan con la deficiente estadística de Nájera, que está firmando una de sus peores temporadas. El mexicano sólo ha podido saltar a la cancha en 11 partidos en lo que ha jugado una media de 8,7 minutos. Sus promedios se cifran en 1,6 puntos y 1,5 rebotes con un más que discreto 36% en el tiro de campo.
Son cifras que nada tienen que ver con las que jalonan la prolongada carrera en la NBA del jugador norteamericano. Y es que el alero mexicano de 32 años ha jugado hasta la fecha 504 partidos en los que ha logrado 5,4 puntos, 4,1 rebotes y un 49,1% en el tiro de campo, jugando una media de 19,2 minutos.
El novato entiende la situación
Ryan Anderson se ha mostrado comprensivo ante la posibilidad de perder minutos ante Nájera, más aún dado el mal estado físico que atraviesa y sus discretísimos últimos partidos.
“Quiere ver lo que Eduardo puede aportar con su energía y liderazgo”, ha afirmado el jugador de primer año cuando se le ha preguntado por la decisión de su entrenador.
Habrá que estar atentos a la evolución de la situación. Porque Nájera necesita cuanto antes meterse de lleno en una temporada que por ahora está pasando a su lado sin que casi se entere.