Apenas se llevaban disputados 7 minutos y medio del partido que enfrentaba a los Bulls con los Hawks cuando Ben Gordon anotó su segundo triple del encuentro. Con ello, entró en los anales de los Bulls al convertirse en el jugador que más triples ha anotado vistiendo la camiseta de la franquicia de Chicago.
El poseedor de la anterior marca no era un cualquiera en la franquicia sino nada menos que Scottie Pippen, el sempiterno compañero de aventuras de Michael Jordan en la más gloriosa época del equipo rojo.
Pippen anotó en su momento 664 triples en los 856 partidos que disputó con Chicago. A Gordon le han hecho falta menos de la mitad de partidos, 346 exactamente, para superar esa cifra y dejarla, por poco tiempo, en 669. El escolta sumó anoche 6 intentos convertidos a los 663 con que inició la noche.
Está claro que, de permanecer con los Toros, Gordon puede dejar la marca de Pippen a mucha, pero que mucha distancia. El jugador acumula casi 2 triples anotados por partido a lo largo de su carrera, este es su quinto año en los Bulls y en la NBA, un promedio nada fácil de alcanzar y mucho menos de sostener durante el tiempo que él lo lleva haciendo.
Este año su promedio es de 2,4 triples anotados por encuentro y, de seguir así, podría superar los 166 triples totales que tiene como mejor marca en un solo año, anotados en su segunda temporada en la liga.
Gordon mantiene un porcentaje de acierto del 41,7% en sus lanzamientos desde más allá del arco a lo largo de su carrera y en ninguna de sus temporadas en la NBA ha bajado del 40% de efectividad. Unas credenciales de las que pocos tiradores pueden presumir.