“No voy a ejercitarla. Pase lo que pase, voy a conseguir mejorar en cualquier caso”. Así de contundente se mostraba Carlos Boozer al responder a ESPN.com cuando se le preguntó acerca de si iba a ejercitar la opción de su contrato que le permite seguir jugando el año que viene en los Utah Jazz por algo más de 12 millones de dólares.
El jugador de los Jazz tiene muy claro que su juego, hoy en día, vale más en el mercado de lo que firmó en su día con el equipo de Salt Lake City y no tiene dudas de que podrá obtener un contrato mejor renunciando a su compromiso actual. Boozer quiere más dinero y no lo esconde.
“Voy a renunciar [a mi contrato] y no sé por qué no debería hacerlo, creo que es una muy buena decisión económica para mí y para mi familia”, decía el ala-pívot ayer miércoles, aunque reconoce que quiere “ver lo que pasa” en los Jazz y no descarta continuar en Utah, eso sí, con un muevo y mejorado contrato. Lo que tiene claro es que quiere estar en un equipo ambicioso y con aspiraciones, un equipo en el que pueda ganar.
No es descartable que los Jazz apuesten por la juventud y menor coste de Millsap - que será agente libre restringido este verano- y renuncien a la puja por Boozer. En cualquier caso, a este último no le van a faltar pretendientes. Atlanta, Memphis, Oklahoma City, Portland, Detroit y Miami, donde el jugador tiene una casa, son los equipos con más espacio salarial para entrar en la puja.